sábado, 21 de febrero de 2015

Molinos de aceite

Tardía fue la aparición en nuestro pueblo de la molturación(molienda) de la aceituna. Entre otras cosas porque nunca fue un terreno muy propicio para el olivar, a diferencia de las tierras de la Torre.A donde llevarían a moler la poca aceituna que en pasados tiempos se recogía.
Sin tener en cuenta las probables ocultaciones de bienes, calidades y cantidades que se producían, en los catastros, podemos concluir que era muy poco el terreno destinado a olivar hasta el siglo XIX.
Huertos
Tenemos algunas referencias de olivos. Las más antiguas, en el testamento de las hermanas Clara e Isabel Pérez Román, en cuyas fundaciones aparecen varios olivares por la zona de los Huertos y el regato del Aguagil. También se nombran en otros documentos olivos por la Ermita de San Juan, Reja de Oro, huerta de los Álamos y cercado del Santo Cristo.En la partición de la herencia de Sebastian Glez (1.703), entre hijos y segunda mujer, también aparecen varios olivos en "guerta" de Gimón. Siempre dentro de cercados. (Fijaros en el olivar de Bartolomé y en los tres huertos, como la disposición de los olivos no tiene orden alguno, señal de su indubitada antiguedad)

En el catastro del Marqués de la Ensenada, en 1.752, lo deja bastante claro. Dice en la respuesta a la 4ª pregunta "... algunos olivos pero pocos...".
Mas tarde, sobre 1.779, el cura Don Pedro Lozano nombra los suyos en su testamento, frente a la ermita de San Juan, otros en Viñas Grandes (120 olivos de muy buena calidad en 1.763) y en la Huerta de los Álamos (60 olivos grandes en 1.763) y en La Oliva.

En 1.791, en el Interrogarorio de Don Juan de Yguanzo aparece: "En este pueblo no hay molinos de azeite, ...... En este pueblo y su termino jurisdicional y en particular en el Sitio de Jil de (Sierra) y Sierra de Maria Andres, regio y cavallerias en la dehesa de propios, que se hallan incultos por la fortaleza de monte bajo que tienen, son a proposito para cria de enzinas y alcornoques por la manchedumbre de matas que desmontandolos y olivando la mucha porcion de olivos silbestres se lograria un copioso numero de olivos 
En el informe que como párroco hace D. Agustín Mexias de Salas para el interrogatorio anterior, dice: "Asimismo ay en dicho valdio dos pedazos de terreno incultos, uno la Sierra de Maria Andres poblada de acebuches y otro el Sitio de Gil de sierra poblado de matas de encina, alcornoque y azebuches, que ofrecen grandes utilidades si se repartieran entre los vezinos, pero tocamos la misma dificultad* que en los anteriores."
* El Duque les cobraba mucho por los plantíos.
"En la dicha Deesa del Nobillero se halian tambien incultos los sitio del Regido, Cabellerias y Cabezos Altos, poblados de matas de encina y alcornoque que solo sirven para abrigo de fieras y por lo mismo nada producen a los propios y no hai otro medio para hacerlos utiles que resalvar y olivar dichas matas por carga vezinal."
Don Juan Antonio de Ynguanzo dice en su informe: "El mejor modo de fomentar esta poblacion serian los plantios de olibos, de los quales se carece por no tener los vecinos dominio en el suelo, dejandose perder la proporcion de muchos azebuches y terrenos incultos con que el Duque pudiera ostentar su magnificencia, repartiendolos a censo perpetuo por un moderado canon para que se ingertaran y plantaran, y los labradores tubiesen este socorro en los años esteriles de granos."
Sierra Mariandrés
Tras la guerra de la Independencia, haciendo caso por fin, a los informes del siglo anterior expuestos más arriba, parece que el Ducado de Feria, da a censo (Alquiler vitalicio) una serie de tierras a la gente del pueblo para que resalvaran los acebuches y olivaran las matas. Entre ellas las del Sitio de Gil de Sierra, que iba desde la huerta del AguaGil hasta los Madroñales y la Sierra de Maria Andrés.
Fueron muchos los nogaleños que se apuntaron a desbrozar aquellos terrenos montuosos para plantar olivos. El aceite era un producto que iba en alza. Hay que darse cuenta que las grasas más utilizadas para todo hasta el momento era el sebo animal.
A mediados del siglo XIX, cuando Madoz publica su Diccionario Geografico (1.848) nos dice que Nogales...: "Produce: trigo, cebada, garbanzos, y en menor can
tídad avena, centeno y habas, con muy poco aceite
Torre del Molino
Parte inferior de la torre en donde
va alojado del Husillo para prensar

Pero ya estarían plantados algunos olivares. De hecho, casi con toda seguridad, ya estaba montado el molino "De Torre" de D. Victoriano García en la casa de los "Carmeluchos". Es más, los molinos de torre estaban empezando a estar pasados de moda. Posiblemente, a mediados de siglo no se encontraba en uso, por lo que no aparece en el diccionario de Madoz ni en el catastro que se hizo en 1.852.
A la muerte de Victoriano, siguen viviendo en la casa su viuda e hijos. manejando entre todos un gran capital, entre cuyos bienes se encontraban este molino de aceite y el molino harinero Pilón, el del Provisor. Sobre 1870 se viene a vivir a la casa uno de los hijos, Victoriano, que casado en  el Valle de Matamoros con mi tatarabuela María Mendez deciden venirse a Nogales para proseguir sus negocios de ganadería, haciéndose cargo principalmente de las tierras de los Entrines, donde tenía 173 fanegas. En 1888 consta como titular de un molino de aceite de "husillo". En 1.891, se traslada con su hijo a vivir a Los Entrines, donde muere sobre 1893 después del juicio de los Entrines contra la Duquesa. Quedándose con la casa y el molino y otras tierras de Nogales Don Manuel Mª Albarrán García Marqués, diputado del Congreso, quien va vendiendo todo poco a poco, pues solo le interesan las tierras de los Entrines.
En los primeros años del siglo XX, Albarrán le vende la casa a  Ildefonso Torres Lozano y a su Mujer Rosario Lozano Benítez, quienes siguen explotando el molino cuando ya en Nogales existe una apreciable cantidad de olivares. 

Prensa Hidraulica
En  diciembre de 1.910, el molino empieza a funcionar a pleno rendimiento con dos molineros leoneses, de Villafranca del Bierzo llamados Rogelio y Manuel, que a hacer la campaña. 10 años más tarde compran una nueva prensa, ya hidráulica, de la fundición de Matías López, de Huelva.  
Ese mismo año, 1.910 pone en marcha Don Jacinto Jarones su molino de aceite con prensa hidráulica, que no de torre o husillo que tiene la de Ildefonso. Y también contrata a tres molineros de Casares, León.

Este molino era el que estaba en la cochera de la casa de Juan Manuel Salas. En esa puerta falsa Verde que podemos ver al empezar a subir "La Callejina".

En cuanto al resto de su historia, creemos que el de casa de "Los Carmeluchos" quizás no volvió a funcionar después de la Guerra. Quizás me equivoque. Esperamos que alguien nos lo cuente.
Y el de Jarones, después llamado de "Chaparro", según me dicen, lo hemos visto funcionar gente de mi edad. Aún recuerdo el olor a "alperchín" que desprendía el reguero que asomaba al caballete e iba a caer en el Cortiná. Calculo que se cerró a finales de los 60.
Alfalje del molino de Jarones.
A la vista en la Ladera
La creación de la Cooperativa de San Isidro por esa época lo sustituyó. De ahí en adelante se empezó a recoger y pesar para llevársela a molinos de otros pueblos. Cuando acabó la corta vida de la Cooperativa, personas privadas se encargaban de la recogida y peso de la aceituna. Entre ellos podemos nombrar a: Victoriano y Fernando Domínguez, Quico el del Agua, Eugenio "El Chulo" con sus correspondientes socios de campaña.
En la actualidad, creo que casi toda va para la cooperativa de Santa Marta Virgen. Pero de esto sé poco. Casi seguro que la que desaparece del olivar no irá tanto allí. O sí.... quien sabe.

El de la Torre del Almendral

Molino o Convento de las Claras
No puedo dejar para atrás el molino de torre que siempre hemos visto a la entrada de la Torre. Yo siempre había pensado que aquello había sido un convento o manasterio. Nada. Es un molino de aceite de una viga que en 1.752 pertenecía a una monja que estaba en el convento de Finibus terrae de Almendral. Se llamaba María Navarrete.


Convento de Finibus
Se conoce que a su muerte se lo queda la Iglesia y un siglo después aparece como del Colegio de San Atón de Badajoz (El Seminario). de ahí su aspecto actual de convento



Índice

domingo, 15 de febrero de 2015

Los molinos de dos piedras



El molino de Toro:


Se aprecia la presa que dirigía 
el agua hacia los cubos de presión

     Se localiza enfrente de la dehesa de Los Llanos. Al suroeste de la huerta del "Coroto". 
    Se conservan en buen estados las paredes de su presa en forma de "V".
los dos Cubos de presión
  Por su estructura y construcción, diría que es más antiguo que el del puente. Como éste y el del Medio, es también de dos piedras, 

      
       Se accede por la vereda del molino del mismo nombre, que sale al principio del camino de los Llanos. También se puede hacer por el camino de los Llanos, y cuando se llega a la Rivera, bajando un poco por su orilla derecha.

     Tiene una presa con calicanto unos 400 metros más arriba, de donde toma el agua. 
La Toma con su calicanto 
a unos 300 m
     
         Debe de llevar más de un siglo sin utilizarse.


Bóvedas derruidas
         Sus bóvedas están derruidas en su mayor parte, aunque se conserva la de la sala de molienda.


Sala de molienda








     No se aprecian ya las bocas de los dos cárcamos. Deben estar totalmente enterradas por las riadas de la rivera.

En cuanto a su historia, poco sabemos. 

En 1752 era de Juan Mangas, teniendoselo arrendado a Juan Sánchez Raso de Barcarrota. En los 100 años siguientes le perdemos la pista, hasta que a mediados del XIX, posiblemente, igual que los otros dos, se queda con él Don Juan José Bernáldez Domínguez. A finales de dichos siglo, el hijo de aquel, José Bernáldez Grinda, se lo vende a Ildefonso Torres Ramírez, heredándolo posteriormente(1945) de su madre,  Nicasio Torres Torres. Éste se lo vende a Andrea Bernáldez, y ésta a Juan Maldonado.



                  El Molino del Medio:


El último hallazgo. El 26 de febrero de 2017


Molino del medio. Se pueden apreciar
 las bocas de sus dos cárcavos







Respecto de éste tenemos alguna documentación.


Entrada del caz al
cubo de presión
Cubo de presión
Por 1.650 era propiedad de Alonso Pérez Carrasco, que debía vivir entre la Callita y calle de la Iglesia. Tenía tres hijas, y a las dos solteras (Clara e Isabel Pérez Román) les deja una serie de bienes entre los que estaban el huerto chico de la Fuente Grande, unas casas en la calle de la callita, otra en la de la iglesia (la integrada en el Ayuntamiento), la actual de Quintín, unos cuantos cercados y olivares y el molino "del medio". 
En 1734 las dos solteras hacen testamento, creando, a la muerte de la última, dos vínculos o fundaciones con la finalidad de que se les dijeran por sus almas una misa cada día de fiesta, teniendo que ser ésta después de misa mayor los meses de junio, julio y agosto (misas de postre que se llamaban).


        Los dos vínculos los dejaban a favor de sus dos sobrinos nietos Bartolomé Román Lozano y Pedro M. Lozano (cura), hijos de su sobrina María Gonzalez y de Juan Lozano Múñoz.
Como vemos en la tabla extraída del catastro de 1.752, el molino cae en el vínculo que le toca a mi antepasado Bartolomé, quien se lo tenía arrendado al porrinero Juan Guijarro.

A la muerte de Bartolomé lo hereda su hija María Leona (1.800), que casó con Juan Domínguez Morejón, a su hijo Juan (1.820), a su nieto Antonio Dguez Torres(médico), y a su biznieto Juan Antonio Dguez Aveo (médico 1.865), quien, al ejercer de médico en Valencia de las Torres, le vende todos los bienes a Juan José Bernáldez Domínguez, padre de Don Pepito el del Asilo. 


Solera de Molino de Mano o Romano
       Muchos os preguntaréis qué eran las tahonas o atahonas. Pues, cuando llegaba la época en que disminuía la corriente de la rivera, se utilizaba la tracción animal en molinos que había en algunas casas para mover la piedra, al estilo de los de aceite. También se utilizaba la fuerza humana con piedras más pequeñas. Solían tenerlas los molineros y panaderos. 

Hay multitud de estas piedras por casas y campos de Nogales 




El cura Don Pedro Lozano dice en su testamento, en 1779: "-  Ytem mando se le dé a mi hermano Juan Lozano, todo el mueble de la Atahona que tengo y es mia propia, que asi es mi voluntad.-------- "
Como se puede ver, también se le llamaba atahona a todos los elementos o pertrechos para hacer pan. Don Pedro, tenía Tahona ya en 1752, antes de quedarse con el molino del Puente, como ahora veremos. 

    Es curioso como el cura producía todo lo necesario para el mundo eclesiástico: la harina para hacer las obleas para comulgar, la cera para las velas (tenía 60 colmenas en la fuente la Tinaja) y el vino para las misas del pueblo y Rocamador (tenía viña por la huerta de los Álamos y bodega en casa) 


El molino del Puente o del Duque

Molino del Puente
Charco de los Palomares

Es el más conocido por todos. Un molino de dos piedras, con su "toma" en el llamado charco de los Palomares. Para la toma de agua tenía una presa (Calicanto) hecha de Cal y piedras, que formaba el charco donde nos bañabamos grandes y chicos hasta que se rompió el calicanto y pasamos al del Molino.


Charco del molino. 1973?


Pero vayamos a su historia:
Escritura de compra por Juan Lozano
 Muñoz en 1.759.  de 183 páginas

En primer lugar tengo que decir que, aparte de las referencias del archivo de la casa ducal de Medinaceli, la mayoría de la información la he extraído del expediente del Patronato de Legos de Don Pedro Lozano encontrado en casa de los Salas Jarones. Más concretamente de la escritura de compra del molino por su hermano Juan Lozano Muñoz de 1.759 (de 183 pgs) y de la de venta a su hermano Pedro dos años después. Quizás os resulte un poco espeso, pero habrá gente a quien le interese:


      El molino, como todo, debió caer en manos del Conde de Feria a mediados del siglo XV, cuando Nogales se refunda en lo alto del cabezo.  Aunque no tenemos noticias de él hasta 1.516, cuando el III Conde de Feria, Lorenzo Suarez de Figueroa, lo da a “zenso” a Hernand Álvarez, de Almendral, con una renta anual de 4.500 maravedíes, y a pagar 1.500 cada cuatrimestre. 
    Es en esta escritura en la que desaparece el monopolio de molienda que tenía el Duque por el que todo trigo sembrado en el termino tenía que molerse allí. A partir de enero de 1517, cada nogaleño puede moler su trigo en el molino que quiera. No hace referencia aún al puente, y lo deslinda de otro molino por la parte de abajo que le llaman de Juan Pérez (molino Pilón?) 
El molino por el puente
       Este contrato, un arrendamiento perpetuo (censo enfitéutico), contiene una serie de clausulas muy curiosas:

  • No se puede vender a “persona poderosa, ni otra religión, ni iglesia, ni monasterio, ni hospitales, ni consejo, ni cabildo, solo a persona llana y abonada”. No podía caer en manos muertas, aunque solía ser lo habitual.
  • Si se iba a enajenar había que comunicárselo antes al Conde 60 días antes. Quien tenía el derecho de tanteo (a quedárselo por el mismo precio).
  • Si no se pagaban las rentas en dos años consecutivos, se rompía el contrato, y se habría de Vender en pública almoneda (subasta) a voz de pregonero rematador. Como más adelante vamos a ver.
        En unas escrituras de Reconocimiento de 1.598 ante el Alcalde de Nogales Jorge Mejia, se presenta el Bachiller Hernando Gil de Isla, vecino de Almendral, y pide que se le reconozca como propietario, pues “Isabel González de Almendral, hija y heredera de Juan Gómez, difunto, le vendió el molino al sitio de la Puente, que se dice del Duque, con carga de 12 ducados” (4.500 mrs). Como testigos, aparte del alcalde, están Gaspar González, Juan Pavón y Francisco Pérez, de Nogales los tres.

Vista aérea del molino, puente y charco
        Sobre 1.610, el molino pasa a Pedro Bazán, también de Almendral y casado con Leonor Cordero de Feria. Ésta, en su testamento, manda que se sigan diciendo 62 misas por su marido y otras 62 por ella al año a perpetuidad. Aunque posteriormente rectifica el testamento para mandar que las 124 misas se digan por su intención (mal debió de terminar la cosa con el Pedro).  El importe de las misas queda cargado a las rentas de una serie de tierras del término de la Torre (2 viñas, un olivar y una tierra). Por otra parte, las casas y el molino se los deja a una sobrina, Juana Sánchez. Con el mandato de que a la muerte de esta última, se debe crear una fundación (Obra Pía) para repartir las rentas del molino y de las casas entre sus parientes más pobres de Feria, por parte de su padre, Bartolomé Pérez Lovato.


          Debemos suponer, por la apertura de los libros de la Obra, que la sobrina o alguno de sus descendientes murieron sobre 1.690, constituyéndose la Fundación en 1.697.

           Durante el papado de Benedicto XIV, en 1749, viendo el Duque que no se pagaban los 12 ducados (ó 4.500 mrs ó 132 rrs), se inicia el pleito para que la obra le pague los 26 años de renta que le debía y se pueda sacar el molino a pública subasta.

       Resulta extraño que en 26 años no se le hubieran reclamado las rentas. Por lo que intuyo que Don Pedro Macías Lozano, presente en la sombra en todo el procedimiento judicial, es el que “levanta la liebre” para quedarse con él. Lo que finalmente consigue.

      El Catastro del Marqués de la Ensenada de 1.752, nos da una imagen de la situación de los molinos en aquella época. En este cuadro la tenéis resumida. Se puede ver como el molino del Puente estaba en manos de la Obra pía de Leonor y tenía como arrendatario a Manuel Rubio.

La molienda en 1.752
El pleito dura 10 años y pasa por multitud de instancias (tribunales eclesiásticos, por supuesto) con muchísimos recursos interpuestos por ambas partes y con decisiones de los jueces un tanto absurdas para que la Obra Pía siguiera en poder del molino en consideración a su supuesto fin benéfico (sobre todo para el Clero).

         La primera decisión del obispado en 1.750, es no hacer caso a las pretensiones del Duque pues había sido un olvido del cura administrador de la Obra el no pagar esos 26 años. Manda que se paguen de lo que tiene en la caja la Obra. El Duque vuelve a recurrir, pero el nuevo tribunal le dice en 1.753 que no tiene razón cuando alega que la Obra ha enajenado el molino sin su consentimiento. Cosa que la Contaduría del Duque nunca alegó en el recurso.

     En 1.756, el Duque apela a Madrid, al Nuncio de su Santidad. El Tribunal pide las escrituras de la Fundación y los libros de cuenta, y le da la razón al Duque  el 3 de octubre de 1.757.
El Puente del Molino

     A continuación, las partes se enzarzan en la valoración del molino y de las mejoras que se le habían hecho, para sacarlo a subasta. Y por otra parte, el Duque pide la condena en costas de su contraria.

          El proceso de la subasta también es largo (desde febrero a julio del 58) y con muchas trabas por parte del cura D. Diego Becerra Baena, administrador de la Fundación, alegando a cada paso defectos de forma.

Convento de "Fínibus Terrae" Almendral
       El único postor desde siempre fue Juan Lozano Muñoz, quien en enero de 1.759, junto a sus hermanos y el cura Campanón, van a depositar los 4.400 reales, en que quedó rematada la subasta, al convento de “Finibus Terrae” de Almendral, ante las monjas reunidas todas al efecto. (Vienen los nombres de las mismas, por si alguien…)




      Las escrituras las redactan al día siguiente en Nogales, el 12 de enero. Como testigos: Lorenzo Martín, Alonso Baca y Agustín Cansado Calderón. Escribano (vecino de Nogales) Alonso Cansado Guerrero.



Escritura de venta de Juan a Pedro

         En Junio de 1761, Juan Lozano y su esposa Cathalina Gómez de Ponce se lo venden al hermano del primero, el Cura y notario eclesiástico Don Pedro M. Lozano, por los mismos 4.400 reales de vellón. Juan fue pues un claro testaferro de Pedro, que por su condición de cura no podía comprarlo. Siendo testigos Fco de Thorres y Fonseca, Agustín Cansado y Antonio Hernández.

Del testamento de Don Pedro M. Lozano

       En esta época estaba como arrendatario el molinero Manuel Rubio, que vivía en la casa de la esquina de la calle de la Callita con la de la Iglesia (casa del Pelao).

         A la muerte de Don Pedro en 1780, pasa a manos de su fundación (Patronato de Legos), y a ser administrado por su sobrino, el cura Juan Carlos Guisado Lozano. Parte de las rentas del molino, de otras tierras y casa iban destinadas a pagar misas por la salvación de su alma mientras morara en el Purgatorio. Suponemos que por 1.830 pasó a su sobrino nieto Toribio Mexias de Salas o a su hija Mª Dolores (abuela de la abuela de Juan Manuel Salas).

      Otra posibilidad, es que con la primera Desamortización (sobre 1.840), al ser propiedad del Patronato de Legos que fundara don Pedro Lozano, saliera a subasta y Don Juan José Bernáldez Domínguez se quedara con él, como ocurrió con la ermita de Santajusta.

       El caso es que en 1.890 viene de Barcarrota Juan Cuenda Nieto (abuelo de Pura Cuenda) y arrienda el molino, comprándolo en 1896. A su muerte lo hereda su hijo Servando Cuenda Vázquez.

        El 4 de octubre de 1956 se lo compra Manuel Fdez Ladera, vecino de Burguillos (siempre se dijo que era de Feria) , por 6.500 ptas. Era soltero y sordo, según cuentan. El contrato se hace de forma verbal. En el expediente de dominio instado por éste para venderlo, aparece el censo de 33 ptas (132 reales ó 12 ducados ó 4.500 maravedies) y que en aquellos momentos habría de pagarlo a Doña Mª del Carmen Fernández de Córdoba y Pérez de Barrada, condesa de Valdegama, por la herencia de su padre desde 1.886. Dicha señora no apareció para alegar nada. (Según he descubierto, ya había muerto en 1949).

Es en este momento, cuando considero que se adquiere el pleno dominio del molino, por el sordo y lo vende libre de cargas. El censo desaparece.
Del expediente de dominio para probar la propiedad
 del sordo en la venta al padre de Perico

       El 10 de diciembre de 1968, el padre de Perico “Latero”, Juan Sánchez López (señó Ánge) se lo compra al anterior por las mismas 6.500 ptas que le costó???. Son testigos del contrato privado, Manuel Fernández Ávila (el Tiri) y Victoriano Domínguez Gil.
1.956

Posdata: Los Lozano eran tres hermanos y una hermana. Bartolomé (molino del medio y antepasado de todos los Lozano actuales), Don Pedro (El cura que mandó hacer las dos capillas de la iglesia, y le compra a su otro hermano el molino del puente) y Juan Lozano Muñoz (Hace de testaferro de Pedro en la subasta del molino)

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