sábado, 5 de agosto de 2023

HISTORIAS DE CASAS

 El orden de aparición es descendiente. Desde la calle del Castillo, hasta Salomé Ijalba.

BARRIO ALTO

Centenarias con ventana o ventanuco.
Las primeras de la época de construcción de la fortaleza a mediados del XV.
Las otras dos, de la calle San Juan. También centenarias. Posteriores a la de la calle del Castillo.
Éstas de hoy, y las 2 de ayer sin ventanas, son de las pocas que se "conservan" con su aspecto antiguo. No sé si eso es bueno o malo.
Creo que habría que cuidarlas un poco más. Una manita de pintura les vendrían de lujo. Más si pensamos en su atractivo turístico con las demás casas de la calle.


CALLE CASTILLO

Algunas de las más antiguas, en la calle del Castillo. Primera calle del pueblo.
Por la documentación sabemos que en un principio, cuando se refundó Nogales en 1448, se establecieron en poco tiempo 30 vecinos (casas) Posiblemente, todas en esta calle.
En algunas de ellas, aún se nota que están formadas por 2 o 3 más pequeñas.



CASTILLO 1



“La de la Esquina”
Una casa que llama la atención por la situación privilegiada que ocupa entre las dos calles más antiguas del pueblo. En la confluencia de ambas se formaría la que sería la primera plaza de Nogales. En ella se encontraban las casas del mayordomo del Duque, con el escudo de los Figueroa- Manuel, y la del “montonero”. Ambas en la acera de enfrente, en la calle San Juan. Calle que en algún momento se llamó Juan de Vera. Quizás en honor de un pariente del Duque, Don Juan de Vera, I Alférez Mayor de Mérida a mediados del XVI.
Llama la atención la puerta falsa, con su arco antiguo. A primera vista, se aprecia que la casa ha tenido múltiples alteraciones. Seguramente no tenía doblado. O si lo tenía, no tan elevado. De las 3 ventanas del costado de San Juan, solo es muy antigua la del medio, y ha desaparecido su cornisa original.
Y lo más importante, es una casa demasiado grande para haberse construido en la primera época de Nogales. Piénsese que las casas eran simples “bugíos” para resguardarse de la intemperie; con una pequeña puerta y si acaso un ventanuco. Al estilo de las que aún existen siguiendo la misma acera en la calle San Juan. Luego, como poco, eran dos casas. Y así se puede intuir en la primera referencia que de ella tenemos.
1808. Se trata de un documento sacado de los protocolos notariales de 1809, de cuando los franceses acababan de invadirnos.
Es una escritura que nos habla de la dueña de esta casa, Ana Castaño. Soltera e hija del parreño Manuel Rguez Castaño y de María Méndez, de Salvaleón. En 1808 muere Ana, dejando dicho en su testamento que se vendieran sus bienes y con el dinero que se sacara se “invirtiera” en sufragios (misas) para la salvación de su alma.
De ello deja encargados, como albaceas, a dos curas, Juan de Dios Lozano y Cayetano Lozano (primos), junto a José Lozano (sobrino de ambos curas). Llegado el momento, sacan a subasta la casa y por 2.600 se queda con ella otro Lozano, Narciso (primo de José y sobrino también de los curas). El dinero es depositado en casa de un concejal que vivía en el nº 10 de la misma calle, Lorenzo Benítez Castillo.
Como los Lozano parece ser que se habían dado mucha prisa para que todo quedara en casa, aparece el vecino de “porcima”, Juan Borrego, que alegando el derecho de retracto por ser su mujer, María Rguez Castaño, sobrina de la difunta, pide quedarse con ella por igual precio.
Ya tenemos el conflicto. Así que Narciso, tirando de su tío Juan Dguez Morejón, persona influyente, intentan buscar algún recurso legal para contrarrestar el derecho del Borrego. Piden al alcalde, Don Fco. Lucio García, que se repita la subasta, pues en beneficio del alma de la difunta, había que buscar a alguien que diera lo más posible. El alcalde, ante el conflicto, decide asesorarse por un abogado de Jerez de los Caballeros, un tal Gordillo, que le dice que debe darle la razón a Juan Borrego. Por lo que creemos que es en este momento cuando se unen las dos casas del mismo dueño, formando la que conocemos. Pero también puede que fuera más tarde...
¿Quién era este Juan Borrego Sánchez casado con la sobrina de la difunta Ana? Pues era natural de la Parra. Hijo de Alonso y Francisca. Y, según su testamento, a su muerte tenía tres hijos: Juan, Manuel y María, de quienes no encontramos descendencia.
También por su testamento, parece que se dedicaba en sus ratos libres a labores de intermediación de granos y ganado. Vamos, corredor de toda la vida.
Creyente, por el número de misas que mandaba dijeran para él y sus padres. Manda ser "amortajado en sábana" y enterrado en la iglesia “…de medio cuerpo arriba…”?
Su hija María, muere estando casada y sin descendencia en 1819. Dice su partida de defunción que no testó “por pobre”.
1852. En el catastro, aparece como que viva en la casa (o en alguna de las dos), Manuel Borrego. Y decimos que puede que solo fuera una, por el poco líquido imponible que le asignan por la misma, 75 reales.
1869. Vive Manuel Borrego solo en la casa. Morirá en la década siguiente.
1880. Francisco Gutierrez Arias y Encarnación Vázquez Hermosa, habitan en ella con sus 6 o 7 hijos, aunque algunos mueren pequeños. Entre ellos se encontraba Carlota, madre de Purina.
1910. El menor de los hijos, Adolfo, casa con Antonia Amado Rangel (de la Morera). Y se quedan a vivir con sus padres. Este año, tienen a su primera hija, Encarnación.
1924. Nos encontramos con que Adolfo y Antonia se habían cambiado a la calle de la Iglesia, y había vendido la casa de la esquina a su prima Concha Torres Gutierrez, casada con Santiago Martínez Hernández. En la que tienen a sus hijos Pedro, Alberta (mujer de Currito), Santiago y José Antonio (Padre de José Antonio y Rosa).
1950. Se han casado los mayores y viven en la casa el matrimonio Martínez Torres y su hijo pequeño, José Antonio.
1956. Casa José Antonio con Catalina Corchuelo Espinosa, de Almendralejo. Tienen a José Antonio en 1957.
1958. Muere Santiago, y en el 65 nacería Rosa Mª.
1971. Compran la casa Juan Cruz Díaz e Iluminada Sayago Rosa.
En la actualidad vive su hijo Jesús.



CASTILLO 2


                Habitada por los Meneses Guillen desde 1867. Andrés Meneses Utrera y Josefa Guillén Gonzalez (de Salvatierra).

              Posiblemente la heredara de sus padres, Leocadio Meneses Larios y Tiburcia Utrera Muñoz.

              Y en la familia sigue.
              La fachada ha sido remozada recientemente.


CASTILLO  10

            A principios de XVIII, fue casa del cura Juan Méndez Campañón, que trajo a su familia, la de Luis Lima Méndez. Venidos de Oliva de la Frontera,
a medidos del XVIII, entra a vivir una nieta de Luis Lima y su marido Lorenzo Bénitez Castillo.
Más tarde, una hija de los anteriores,Teresa Benítez Benitez, que casa con Lorenzo Lozano Real. Su hijo Cándido...





Calle del Castillo 31 y 33.
Las casas del Ruso.


Curiosas estas dos casas en el rincón, contra la muralla. Seguramente desde hace varios siglos. De las más, sino las más, antiguas del pueblo.
No tenemos información, con cierta fiabilidad, sobre quienes las han ido habitando hasta mediados del siglo XIX.
Fijándonos primeramente en la de la izquierda, la señalada con el nº 31, la han venido ocupando la misma familia hasta hace unos años, los Alvarado.
1840
Fue Julián Alvarado Dguez., de la Torre, quien casado con la nogaleña Ángela Motera (Moteira), vienen a vivir a esta casa en Nogales sobre 1842.Con su hijo Luis nacido en la Torre. Y es en esta casa donde tienen a Sergio.
1870
Sergio casa con su vecina Dámasa Cansado Carrasco, de una familia muy antigua en nogales. Tienen 3 hijos: Carmen, Ángela y Julián.
Por entonces tenemos las primeras noticias de quienes habitan la casa de la derecha, con la puerta en el rincón. Se trata del matrimonio formado por Cipriano Castaño Cisnero y Teodora Núñez Princeso, con su hija Manuela.
Pronto, estos últimos se mudarán al nº 8 de la misma calle. Pasando a ocupar la casa Juan Fernández y María Cansado García, prima de Dámasa. Quienes tendrán 3 hijos: Santiago, Andrés y Cándido.
1900
En la de la izquierda vive Dámasa Cansado Carrasco, ya viuda, con sus hijos Ángela y Julián Alvarado Cansado.
En la del rincón, vivía sola Mª Cansado García. Que moriría en 1905.
1910
En el nº31 Dámasa Cansado Carrasco, con su hijo Julián Alvarado Cansado.
En el nº33 José Mogío Paredes y Antonia Ferrera Gómez (de la Torre) con sus hijos: Ángel, Hipólita, Isa y Genaro.
1924
Las dos casas se corresponden con los dos primeros números de lo que llamaban Travesía de la calle del Castillo.
Trv nº2 Julián Alvarado Cansado y Fca. Aguilar Silva con sus hijos Sergio, Julián y Elisa
Trv nº1 Manuel Castaño Núñez y Piedad Sánchez Carballo. Cipriana, Mª Pilar, Eduvigis, manuel, Pedro y Ángela.
1940
39 Julián Alvarado Cansado y Fca. Aguilar Silva con sus hijos Sergio, Julián y Elisa
41 Ángel Castaño Núñez y Fermina Martínez Glez. hijos: Carmen, Concha y Cipriano
1955
Cipriano y Elisa se casan en 1951, y después de tener a Ángel en el 52, emigran a Vizcaya, donde tienen a su 2º hijo, Julián. En su ausencia habitan las casas los 4 abuelos:
La nº35, Julián Alvarado Cansado y Fca. Aguilar Silva
La 37, Ángel Castaño Núñez y Fermina Martínez Glez.
1965
Nº 35 Cipriano Castaño Martínez y Elisa Alvarado Aguilar con sus hijos: Ángel, Julián y Cipriano. Vive con ellos la abuela Francisca, una vez que en el 57 muere el abuelo Julián.
Nº 37, Ángel Castaño Núñez y Fermina Martínez Glez.
Lo siguiente, todavía no es historia.


IGLESIA 1.   SAN JUAN 2



La casa-escuela del Ayuntamiento
Empezamos con esta casa, una serie de ellas que pertenecieron a una fundación para misas constituidas en testamento por la hermanas Pérez Román, Clara e Isabel. De la que encontraréis más información en este enlace:
Allá por 1700, era propiedad de Bartolomé Román Delgado. Sucediéndole en ella sus dos hijas solteras (de estado “honesto”, se decía) y muy beatas, Clara (1668) e Isabel (1671) Pérez Román. Quienes, como curiosidad, murieron el mismo día, el 21 de julio de 1736.
En sus testamentos mandaron que a la muerte de la última se constituyeran dos “vínculos” (fundación) de misas a perpetuidad por sus almas. Uno para cada una de ellas. Esas misas tenían que ser pagadas por quienes fueran heredando las casas, tierras y molino que les dejaban a sus respectivos herederos. Tenían prohibida su venta.
1736. A Clara le sucedió su sobrino-nieto Bartolomé Román Lozano. Y a Isabel, el cura Don Pedro Lozano, hermano de Bartolomé. Quien precisamente hereda esta casa.
1779. Muere Don Pedro, y hereda el “Vínculo” su sobrino, también cura, D. Cayetano Lozano Torres, que vivió en esta casa hasta su muerte. en 1822.
1821. Permitiendo las leyes del Trienio Liberal la venta de bienes vinculados, Don Cayetano divide los de su fundación en dos mitades. Una parte para su sucesora forzosa, su prima Isabel Lozano, y la otra, en la que se encontraba esta casa, se la deja en herencia voluntariamente a su primo Juan Torres.
1822. Con lo que Juan Torres tiene en propiedad las casas nº 1 y 3 de la calle de la Iglesia, además de otras dos que ya veremos en la Callita. Pero el matrimonio Torres y su hija Francisca ya viven en su casa de San Cristóbal 25. Por lo que creemos que la casa estuvo muchos años ocupada por inquilinos.
1880. Un nieto de Francisca, Nicasio Torres Ramírez, casa con Saturnina Méndez Méndez “La Vallera”, y en principio viven allí, donde tienen a sus primeras hijas.
1884. La casa queda otra vez vacía. Nicasio y Saturnina se mudan a su nueva casa junto a la Ermita, San Cristóbal 29.
1887- 88. Entran a vivir Juan Torres de Torres, de Salvaleón, su mujer Urbana Zambrano Caballero, de La Parra, y sus 7 hijos.
1890-1896. Adquiere la casa D. Andrés Meneses de Castro, canónigo retirado, que fue párroco de la parroquia de la Magdalena de Almendral. Quizás es por ello que en
1900-01. Vivan en la misma, Victoriano Domínguez García y Mª del Pilar García Meneses (Abuelos de Vitoriano y Fernando) y sus hijos Rita y Vicente (Dominga nace en 1902). Mª del Pilar era sobrina del cura propietario.
1905. En Julio, el Ayuntamiento compra la casa a D. Andrés Meneses para escuelas y vivienda de profesores. Precio: 1.981 ptas, pagadas de una vez.
1910. Vive el maestro don Rafael Santano Caraballo y su hermana Dolores, naturales de Sevilla.
1925. Dos familias de maestros habitaban la casa-escuela. Don Fernando Hernández Torres, de Salvatierra, y Doña Julia López Morales, de Almendral.
1940. Viven el matrimonio formado por Antonio Peinado Bueno, y la maestra natural de Trujillanos, Doña Concha Mateos Jorge. Entre ésta casa y la nº 3, tienen a Maribel, Concha y Antonio, sus hijos.
Para terminar, creo que mucha gente recordará a maestros y maestras que allí vivieron. Antiguos como Don José Antonio o Don Gregorio, y algunos más recientes como D. José María y Doña Mariluz, Pepe Venegas y Manoli… Posiblemente se me pasan algunos y algunas más. Seguro que alguien nos lo recuerda.


IGLESIA 2


Esta gran casa debió de ser construida hace unos 150 años. Siendo propietario D. Eusebio Contreras Díaz. Que fue alcalde en una de las épocas más difíciles para nuestro Ayuntamiento (1882-1886). Con la 2ª desamortización, el Estado expropia y saca a subasta los bienes comunales y propios del Ayuntamiento. Entre ellos, La Desa.
La casa era propiedad de su padre, Ramón Contreras Rubio, nieto del molinero que llevaba arrendao el molino del puente.
Irene, hija de Eusebio, casó con Antonio Rodríguez Portal, "el suelero", que vino de los Montes de León, y que a la postre fue abuelo de Juan Fito Rdguez.
Venía Don Eusebio de familia de molineros. Como muestra de ello, aún se puede ver una piedra de molino en la calzada, a la altura de la esquina con calle Prim (La Callita).
Casa grande donde vivió señá Cipriana. Recuerdo cuando íbamos a llevarle "El Buen Amígo"

En la actualidad son dos casas. Una de Diego Rosa, y la otra de María Alvarado.


IGLESIA  Nº 3


Para empezar, permitidme que nos vayamos a mediados del XVIII, a 1834. Año en el que se constituye la fundación para misas por las almas de las hermanas Pérez Román, Clara e Isabel. Entre las alajas (bienes) cuyas rentas se tenían que destinar en parte a las misas, se encontraba la nº 1, ahora del Ayuntamiento.
En 1736: Pertenece a Juan Lozano Muñoz, hermano del Cura Don Pedro Lozano que era propietario de la del Ayuntamiento, la nº 1
En 1821, Con motivo de la división de la fundación en dos partes, aparece lindando con la casa en cuestión, propiedad de Francisca Torres, mujer de Alonso Torres. Aunque vivían en San Cristóbal 25.
1870. Vive Casimiro Flores Díaz. Bisabuelo del Pinche viejo. Que estaba casado con Silveria Infante Alvarado.
1878. Felipe Gutierrez Cansado, nieto del escribano Alonso Cansado, Casado con Mª del Pilar Matos. Creo que es un error. Vivía en la casa siquiente, la que despues fue de Francisco Mato.
1882. Vuelve a aparecer como habitada por Casimiro Flores y familia.
1886-1895 Viven en la casa las dos hijas de Casimiro, una de ellas, Ángela, casada con el cirujano menor, Tomás Hernández Méndez.
1900. La casa es comprada por Don Aniceto Rebollo Blanco, militar, Casado con Doña Salomé Ijalba Bellot.
1910, Doña Salomé, ya viuda, vive con sus hijas Enriqueta y Blanca.
1924. Además de doña Salomé y Blanca, su hija Concha enviuda de luis Jaraquemada y vuelve a vivir con su madre con todos sus hijos: Álvaro, Luis, Concha, Josefa, Sagrario.
1932. Muere doña Salomé, y al año siguiente, durante la II República, se le pone su nombre a la calle Canchal.
1940. Durante la Guerra, entran a vivir la familia de “El Nene” Con su mujer María, su hijo Manuel, y su suegro Juan Castaño Fdez.
1945. El matrimonio formado por Antonio Peinado Bueno, y la maestra, natural de Trujillanos, doña Concha Mateos Jorge, se mudan de la casa de maestros en el nº 1 a ésta con Maribel, Concha y Antonio, sus hijos.
1962. Elisa, la hija de Blanca, casa con Antonio Torres, y se van a vivir allí, hasta que marchan a Badajoz.
Gran parte de mi infancia y juventud, recuerdo haber visto siempre esa casa con aspecto de abandono.
Actualmente pertenece a Francisco Zorzano Ruiz y Juana Zurita, su mujer.


IGLESIA 10


Casa “La Nena”
La primera referencia clara que tenemos de ella, la deducimos del análisis de unos protocolos (contratos) de casas linderas en 1816. Tras la guerra de la Independencia. Entonces la casa era propiedad de Alonso Cansado.
Este Alonso Cansado, pues había unos cuantos, podía venir de Salvatierra. Estaba casado con Cándida Amaya (la Parra). Y por aquella época era alcalde ordinario de Nogales. Su hijo Eulogio casa con Josefa Pascual por entonces, 1816, y tienen, entre otros hijos a Policarpo. Que aparece como propietario de la casa en 1852.
Policarpo, casado con Mª Núñez (de Valencia Vtso) es antepasado de muchos de los Cansado que conocemos o hemos conocido: Meneses, Tomé, Bueno, etc… Su hijo Cristóbal Cansado Núñez, fue un personaje importante en la vida del pueblo.
En los años 60, la compra D. José Mª García Torres, hijo de D. Victoriano, y vive allí con su mujer, Rita Meneses de Castro, y sus hijos Ricardo, Clotilde, Marcela y Mª del Pilar.
Desde 1881 a 1887, la casa parece deshabitada, hasta que aparece viviendo en ella José Mª Domínguez García, que había enviudado pronto de Tomasa Bernáldez. Era sobrino del anterior. Hijo de su hermana Francisca García, y hermano del abuelo de Vitoriano y Fernando.
José Mª vive unos años con la familia de Fernando Doblado, de Salvaleón, que estaba a su servicio.
En los primeros años del siglo XX, José Mª se casa con la viuda Andrea Álvarez Primoroso, que había vivido con su marido, Juan Ramos, tres casas más abajo.
Durante la Guerra, mueren José Mª y Andrea, ya muy mayores, y entran a vivir 2 familias: La de Valentín Tomé Milan y Pura García Muñoz (V. Ventoso) con sus 7 hijos, y la familia de José Sayago Montes y Eulalia Ruiz Íñigo con sus 4 hijas.
No sabemos en qué momento comprán la casa el matrimonio formado por Manuel Gil Sánchez y Concepción Castaño Cañón. Pero seguramente nos pueda decir su hija Conce si nació en ella.



IGLESIA 14


La casa del "Herrerito"
Un ejemplo claro de conservación de elementos arquitectónicos propios del Nogales antiguo.
Vemos como sobresalen las típicas molduras en la parte superior de ventanas y puerta. Una puerta que conserva también las pilastras laterales con sus falsas basas. Casi con toda seguridad, no haya tenido rejas hasta hace 50 años.
En cuanto a su historia, poco hemos podido averiguar por ahora. Se ve claramente que es una fachada muy antigua, como otras de las calle Castillo y San Juan. Quizás del siglo XVIII o XVII. Algún especialista, seguro que nos podría hacer una aproximación.
Es difícil también situar propietarios y moradores cuando no tenemos documentos de archivos privados. De lo público contamos con poco. Pero vamos allá.
Nadie encuentro viviendo en esa casa hasta los primeros años del siglo XX. Más concretamente, en el padrón de 1910. En él aparece la familia formada por el matrimonio Luis Fernandez García, herrero de Villalba, y Teresa Álvarez Torres, de Nogales (Hija de Eugenio el montonero) y 7 de sus hijos, que un poco más tardel serían 9. Una familia, por lo que contaban nuestros antiguos, muy beata. De hecho, casi todos sus hijos varones pasaron por el seminario, incluso uno creo que “cantó misa”. De ellos nos pueden hablar algunos de sus biznientos, hijos de Luisa Fdez Lozano e Inocente Meneses,
Según nos cuenta Cándido, la última que estuvo viviendo en ella fue la hija mayor, Teresa, hasta 1965-66. Recuerdo la casa siempre deshabitada y un poco abandonada cuando pasábamos por la calle,
Sobre 1974-75, la compra el padre de Maribel Cintas, actual propietaria.
Otra casa con encanto, que dicen ahora.

IGLESIA  Nº 17


Casas del Curato (También, Beneficio curado)
La primera referencia más fiable de su propiedad, consta en la primera la hoja del Registro de la Propiedad de la casa entonces nº 38 de la calle de la Plaza, ahora 34 de San Cristóbal.
En la 2ª inscripción, (1873) la casa es adquirida por Don Miguel Bernáldez Moriano, de Salvatierra, por permuta con la de calle de la Iglesia entonces nº 18.
De este modo, se convierte ésta en Casa del Curato. Una casa a disposición del párroco titular y su familia.
No sabemos la razón por la que la casa no fue habitada por curas. Puede que se le cedieran casas mejores, como el caso del párroco que intervino en la operación de permuta de las casas, Don Juan Francisco Ortiz Durán, que vivió con su familia en el nº 15 de la calle de San Cristóbal. O el caso de curas que venían solos y se hospedaban en alguna casa en la que les diera alojamiento y manutención.
El primer cura que vemos que se aloja en la casa, es Don juan de Dios Ávalos Giménez, de Mérida, en 1882.
En 1886 la habitaban por poco tiempo, la octogenaria Doña Ana de Castro, viuda de José Meneses Larios, y su sobrina Concha García Meneses, nieta del sacristán Bartolomé.
Vuelve a estar habitada sobre 1900 por el albañil portugués Antonio Martines Antúnez, casado con la morereña Mercedes Pérez Picón, que tuvieron una gran familia.
En 1910 viven en ella, Don Julio de Cózar y Caballero, secretario del juzgado, y el matrimonio formado por el carpintero Francisco Seco Gallego y su segunda mujer Concha Leal Deopino, con sus hijos.
Hasta 1931, no vuelve a ser ocupada por otro cura, D. Álvaro Oreja Adame y su hermana Josefa, que llegan de Almendralejo. Hasta que pasa la Guerra.
En el 40, entran a vivir D, teodoro Rios con su mujer Carmen Bootello y su hermana Pilar. Y casa en la que nace su hijo mayor, José, y quizás Agustín.
Una vez que la familia Ríos se traslada a la plaza, la casa curato vuelve a estar vacía. No sabemos si fue ocupada en los 40 y 50 por algún párroco, como Don Antonio Amaya.
Creemos que fue a finales de los 50 cuando la Casa Curato se traslada a su situación actual en la calle de Santa Justa nº 4. Y la de la calle de la Iglesia es comprada por Juan Pérez Matos y Lucía Meneses Cansado. A cuya familia sigue perteneciendo en la actualidad.


CALLITA  1  Y 3


Otras de la Fundación de las hermanas
Siempre nos hemos preguntado si esta casa formaría parte de la casa de Francisco Sayago “El Pelao”, nº 4 de la Iglesia, como ahora lo es, o era una casa independiente de ella. De cualquier modo, es una casa rara en Nogales.
En primer lugar, llama la atención por donde tiene su puerta de entrada. En Nogales, al ser casas adosadas, suelen tener las puertas bajo el “alero”, por donde caen los canales del tejado para que no viertan las aguas al del vecino. Sin embargo ésta la tiene por lo que se llama la pared del “piñón”, por el costado. Que conozcamos, en el pueblo solo hay dos más. Una en Luis Chamizo esquina Espronceda y otra, nueva, en la carretera del Pilar 3.
Esto nos hace pensar que puede que siempre haya sido una casa independiente, una media casa que tuviera su puerta de entrada por la calle de la Iglesia. Por donde ahora tiene una pequeña ventana.
Desde hace más de 3 siglos, la casa nos aparece como independiente de la nº 4 de la Iglesia, aunque haya habido periodos, como el de ahora, en los que hayan estado unidas.
Su historia es muy parecida a otras que ya hemos analizado. Pues pertenecía a la fundación (Vínculos de misas) que instituyeron en testamento la hermanas Clara e Isabel Pérez Román, allá por 1736, cuando murieron.
1836. Pertenece a los bienes que le tocaron al cura Don Pedro Lozano, a cuya muerte la hereda su sobrino Don Cayetano Lozano.
1822. Cuando éste último tasa y divide los bienes de la fundación que le pertenecían, la casa queda en la mitad que pasa a su prima Isabel Lozano. De ésta a su sobrino nieto, Valentín. Y a la muerte de Valentín a su hijo Mateo, que levanta las cargas de misas en 1870.
Pero como ya hemos visto en casos anteriores, las casas solían, salvo excepciones, estar habitadas por inquilinos. Por lo que vamos a ver si podemos descubrir algunos de los de esta casa.
1834. A la muerte de Isabel va a parar a Valentín Domínguez Torres, hijo de quien era el sucesor natural, Juan Dguez Lozano que ya había muerto. Por entonces estaba alquilada a un tal Pepe Benítez.
1870. A Valentín le sucede su hijo Mateo Dguez Lima. Quien, después de “levantar la carga de misas” en 1879, la vende a Jerónimo Carballo Hernández (dueño de la nº 4 de la c/ Iglesia. Nieto del primer Carballo), casado con Benita Ruiz García. Padres de Anselmo, José Ramón (Abuelo de Miguel “El Zapo”) y Flora. Curiosamente, alquila la casa con puerta a c/ Iglesia, y ellos viven en la parte de la Callita.
1889. La calle pasa a llamarse Prim. Suponemos que Jerónimo alquila la parte de la Callita a una familia de la Parra. Juan Contreras y Enriqueta González, con sus hijos, León y Lucía.
1900.- En los primeros años del siglo XX, Jerónimo se la vende a la familia Cacho Cañón. Luis Cacho García Y Concha Cañón Fuentes, con sus hijas Adelaida, María y Madalena. Conviven también los suegros de Luis, Justo Cañón y Antonia Fuentes Calvo.
Como bien nos comenta Conce Gil, la casa de Prim 1, se la vendieron sus tías a Francisco Sayago, como bien nos confirma su hija Antonia. Quien además aporta la fecha según la escritura, 1963.

Prim nº 3
Proceso parecido sigue la cochera que está porbajo. Pero la propiedad era Juan Torres, y después de su hija Francisca que la vende al mismo tiempo que Mateo Domínguez vende la casa nº1. Y posiblemente al mismo comprador. En el expediente de levantamiento de cargas piadosas, aparecen la casa y la cochera como de Francisca y Mateo. Señal de que ya se las habían vendido al Carballo.
Ésta ahora cochera, en su origen fue casa también. Más tarde se la llamaba “Los cuartos de la fragua”, y después, la nombran como pajar.


CALLITA Nº2 


La casa del Andil (??)
Casa de rara estructura. Con doblado solo sobre media casa. Quizás hallemos la respuesta en el pasado. Hubo una época, en el primer tercio del siglo XIX fue cebadero, "Pensadero". Por lo que la parte mas baja fuera casa y la de la derecha cebadero o cuadra con pajar? O al contrario.
Es la 2º casa de las 6, una en Salvatierra, que pertenecieron a la fundación para misas constituidas en testamento por la hermanas Pérez Román, Clara e Isabel.
Como las otras, allá por 1700, era propiedad de Bartolomé Román Delgado. A quien suceden sus hijas solteras, Clara e Isabel.
1736. A Clara la sucedió su sobrino-nieto Bartolomé Román Lozano. Y a Isabel, el cura Don Pedro Lozano, hermano de Bartolomé. Quien precisamente hereda esta casa.
1779. Muere Don Pedro, y hereda el “Vínculo” su sobrino, también cura, D. Cayetano Lozano Torres, que vivió en esta casa hasta su muerte en 1822.
1821. Permitido por las nuevas leyes del Trienio Liberal, Don Cayetano divide los bienes de la fundación en dos partes, y deja en herencia la mitad en que se encuentra la casa (pensadero) a su primo Juan Torres.
Por entonces, la casa se había convertido en cebadero (pensadero). Suponemos que de guarros.
1831. Muere Juan Torres Fonseca, y pasa a su única hija Francisca Torres Torres.
1870. Se inicia un proceso de redención para liberar de misas los bienes. Año en que muere Francisca pasando los bienes a sus tres hijos. Tocándole la casa al pequeño, Juan José. Quien, según aparece en un documento, vive en ella de recien casado con Severa Ramírez Herrera. En el expediente que se sigue ante el obispado vuelve a aparecer como casa del Andil.
1878. Se resuelve favorablemente el expediente de redención, y Juan José Torres, viviendo desde la muerte de su madre en la casa de San Cristóbal 25, vende la casa a su inquilino Luis.
Luis Álvarez Infante, de la Torre y hermano de “Eugenio el montonero”. De estado viudo, vive con su hijo Ramón. Es entonces cuando éste le vende un pedazo de su corral a Juan José Ramírez, para agrégalo al de su casa de San Cristóbal 5. Según consta en contrato. De lo que deducimos que ya era propietario.
1879. Miguel se vuelve a casar, ahora con la nogaleña María Carballo Hernández, y tienen a Miguel, José Antonio (muere), Rogelia, Brígida, José Antonio.
1910. Sólo vive el matrimonio.
1924. María Carballo, viuda de 70 años, comparte casa con el también viudo Juan Castaño Fernández y sus hijos e hijas. Una de las cuales, María, casó con Manuel Gil “el Nene”.
1926-27. Entran a vivir los recién casados, Inocente Meneses Gallego y Purificación Álvarez Gutiérrez. Y tienen a sus hijos: Cecilia, Inocente, Aurelio, Mercedes y José.
La historia más reciente, de sus descendientes es.


CALLITA 7



(La Callita, la calle de los sacristanes)
Casa que en el XVIII perteneció a la familia Cansado. Muy relacionada con la Morera, por ser familia de escribientes que atendían a los 2 pueblos,
Ana Cansado Berjano, casa en la Morera con Cándido Ruiz sobre 1820, y tienen a José Ramón, que casa con Juliana García Toro y se van a vivir a Nogales en los años 40 del siglo XIX. Entrando a vivir en esta casa de la Callita que era de la familia.
Tienen varias hijas, entre ellas, Benita casada con Jerónimo Carballo, que vive en el nº 1, y Concha, que casada con el sacristán y organista de Feria, Bartolomé García Vázquez, habita la nº 7. El corito se trae tambien a su madre Antonia.
Calculo, por la fecha del nacimiento de su hija mayor Rosalia, que se casan y entran a vivir en ella sobre 1878. Tienen además, a Juliana, Mª Josefa (+), Cándida, José Manuel, Bartolomé (1889) y Serafín (1891).
Poco antes del cambio de siglo muere el sacristán. Viviendo Concha con sus hijos hasta alrededor del 1920
En 1925, solo quedan en casa, Concha con su hijo pequeño Serafín (zapatero) y la mujer de éste, Dolores Duarte Torres. De la que quedaría viudo a los pocos años de casado.
Durante la Guerra, muere Serafín y va a vivir con Concha (84 años) la hija de su hermana Rosalía, Pura Meneses García, que estaba casada con Ángel Meneses Gallego, y allí criaron a sus 3 hijos: Ángel, Bartolomé y José Antonio.
El resto de la historia nos lo pueden contar mejor, ellos y sus descendientes.
Pedimos perdón por las posibles inexactitudes y erratas. Que las habrá.


SAN  JUAN  5

Una de las casas que ha vuelto a ser habitada por descendientes de sus primeros moradores.
San Juan 3, también fue de la misma familia hasta después de la Guerra. De Blas Ramírez, otro de los hijos de Pedro e Isabel.




SAN  JUAN 9 



"Ancá Leandro"
Una casa que fue escuela, y ahora tienda de "ultramarinos"
Referencias:
1ª.- Por 1850, la habita el matrimonio originario de Salvaleón, Francisco Torres medrano e Isabel Mª Torres. Viven con ellos hasta 1885, su hija Gabriela, casada con Casimiro Flores Macías, quien pone una tarberna
2ª.- En 1885, muertos Fco e Isabel, Gabriela vende la casa al carpintero de la Parra, Manuel Seco Gallego, casado con Emilia Álvarez Ramírez, de Feria. Manuel se trae a su hermano pequeño, Francisco para la carpintería.
3ª.- 1910. Viven en la parte ¿de arriba? Victoriano Dominguez García y señora, mª del Pilar García Meneses, con sus dos hijos, Dominga y Vicente (Negrete) padre de Vitoriano y Fernando.
4ª.- En1924. Muerto Manuel Seco, viven en la casa, aparte de Emilia y su hija Paulina Seco, su hija Luisa que había enviudado y Mª Antonia Alvarez Ramirez, hermana de Emilia con su Marido Aureliano.
5ª.- En 1925 casa Paulina Seco con Álvaro Leal Bueno, Y tienen 4 hijas: Lucía, Luisa, Felicita y Emilia.
6ª.- Creo haber leído la escritura por la que estos, en 1944?, venden la casa a D. Joaquín Guerrero Íñigo. empleado del Ayuntamiento, y abuelo de Alejandro y Quico.
7ª.- A finales de los 50 o principios de los 60, se le alquila la parte de arriba al Ayuntamienyo para escuelas.
Y en ello estamos.


SAN JUAN  19

La casa del Montonero del Duque
Tras la publicación ayer de su poema sobre las calles de Nogales, hemos querido sacar la casa donde nació José Álvarez.
1880. Viven en ella Eugenio Álvarez Infante, natural de la Torre, casado con Joaquina Torres Corrales. Y sus hijos Teresa, Niceto, Cándida, Pedro y Aguasanta Álvarez Torres. Eugenio era el montonero del ducado en Nogales. Encargado de hacer los montones para señalar el noveno. De la cosecha de cada labrador, se hacían 10 montones. Uno era para el ducado (noveno) y otro para el clero (diezmo).
1917. Se queda con la casa su hijo Aniceto, casado con Aniceta Álvarez Guerrero. Y allí tienen a Pedro, José, Miguel y Eugenio.
1947. Casa José con María Torres Torres, quedándose a vivir en ella. En la que nacen sus 8 hijos. El mayor, Pedro, muere antes del año y medio, después nace josé, en 1949.
A finales de los 70, la familia se traslada al nº 3 de la misma calle, quedando deshabitada la 19. Hasta que uno de los hijos, Antonio, se queda con la casa. Quien, después de hacerle una gran y acertada reforma, sigue viviendo en ella.



SAN JUAN 27


La portuguesa
La chimenea en su fachada delata la nacionalidad del constructor. De origen portugués, sin duda.
Hemos investigado los ocupantes de la casa desde 1869, y no encontramos ningún morador portugués. Posiblemente sea mucho más antigua, siglo XVII o XVI incluso. Fueron muchas las oleadas de portugueses que venían a trabajar. Eran reconocidos como excelentes alarifes (albañiles). Muchos de los kilómetros de paredes de piedra seca, están firmadas por ellos.
La primera familia que encontramos con una cierta fiabilidad viviendo en esa casa, es la de los Romano Galván a mediados del XIX. Matías casa con Rosalía Moriche, de Burguillos. Y tienen a Fructuosa. Antepasada de mucha gente en Nogales, pues casó 2 veces, teniendo hijos de ambos. La primera con un Castaño Castaño y la 2ª con un Hernández , que ya traía unos cuantos hijos, como el abuelo de Justa. Aparte de que por los Castaño de su madre, tiene también a Fructuosa como bisabuela.
Hasta después de la Guerra, sigue viviendo en ella una de las hijas pequeñas de Fructuosa, Rosalía, casada con Manuel Meneses. Matrimonio que no sabemos en qué momento venden la casa a los González Torres.
Ya en el presente siglo, Juan Glez Torres (Juanillón) se la vende a José Luis del Pozo y a su mujer Mª Cruz del Río Dominguez, quienes le han hecho una acertada reforma, conservando los elementos que la hacen una casa singular en Nogales. Como eran las molduras que sobresalían por encima del dintel de ventanas y puertas. Muy claro en este caso.
Según nos han contado los antiguos, en aquella casa hubo, en algún tiempo, un salón de baile. Después de haber visto el salón, muy apretados debían de bailar, Y en una época en las que pocas estrecheces se permitían entre las parejas. Pero, oye, bailarían, aunque no creo que fuera precisamente el "Des-pa-ci-to".



CALLE SAN JUAN


Un modelo de eficiencia energética. La casa sin ventanas.
"Ni frío ni caló" Ahorro en persianas y cortinas, Como las cuevas del Sacromonte, en cualquier momento pueden estar muy cotizadas.
Eso sí, Para escuseá hay que salir a la calle.
Las primeras casas, las de las calles Castillo y San Juan, seguramente fueran así. Las menos, con un ventanuco por la que no cabría más que el gato. Valgan como ejemplo estas dos de la calle San Juan encima del caballete.
Aunque casas sin ventanas, se han estado construyendo, como podemos ver en la parte baja del pueblo, hasta el primer tercio del siglo XX. Incluso casas de 10 metros de fachada.




SAN CRISTOBAL Nº 3
Iglesia 1
Iglesia 2
Narciso Vázquez Lemus 25 (En la República)
San Cristóbal 3
Las primeras referencias encontradas son de mediados del XIX. Más concretamente en el Catastro de 1852 y en la escritura de compra de la casa de "porbajo", la casa de José Ramírez Dominguez en 1854. Y la señalan como casa de Antonia Muñoz. Creemos que era una viuda natural de la Morera, casada con algún Silva. Si fuera así, sería bisabuela de Suceso Marín Amo, madre de los Portela.
En 1880 vemos viviendo en ella al matrimonio Formado por Antonio Villarroel Maqueda (de Barcarrota) y Ramona Contreras Díaz (Hija de Ramón Contreras Rubio) Apellidos, todos, muy relacionados con molinos y tahonas. Con Antonio y Ramona viven sus hijas Petra y Faustina.
. 1882-86 Pasa a vivir en la casa José Contreras Cañón, casado con Manuela Contreras Utrera (hija de Eusebio Contreras que vivía en la casa grande).
En 1895, Concepción, hija del matrimonio anterior, se casa con el carpintero Francisco Seco Gallego, y se quedan a vivir en la casa con su madre ya viuda. Tienen 3 hijas: María, Dolores, Manuela y un hijo, José.
Muere Concha en el primer decenio del XX, y Francisco casa con otra Concepción, Leal Deopino. Y tienen a Jesús, Amparo, Luis, Gabino y Julio.
1925. Además de los anteriores, viven en la casa Dolores, la hija mayor de Francisco, y su marido Juan Meneses Gallego con sus hijos e hijas: Concha, Antonio, Pura y José (1929).
Tras la Guerra, la casa vuelve a pertenecer a la calle San Cristóbal, y la ocupan 2 matrimonios:
- Luis Seco Leal y Manuela Ortiz Galindo, de la Morera. Tienen un hijo en 1941, Antonio Luis. Y
- José Seco Contreras, casado con Asunción Pimienta García (de Oliva de la Fra.) y su hija Concha.
A mediados de los 50, siguen viviendo, por poco tiempo, el matrimonio Seco Pimienta. Y pasan unos años un nuevo matrimonio de la familia que tienen allí a su hija Dolores. Se trata de Antonio Meneses Seco y Piedad Castaño Sánchez.
Es por esa época cuando entran a vivir José Meneses Seco y Concha Torres García. Tienen alli a sus hijos Juan José, Concha y Carlos. hasta marcharse a Tarrasa en 1965. Ocupaba entonces una sala y alcoba doña Concepción Gamonal.
Al poco tiempo, la casa se la alquila a Andrés Rdguez ( Trrastorista de la Cooperativa) y Luisa Méndez, su mujer, con 3 hijas y Andrés, el más pequeño.
En los años 70, la compra la familia de Cecilio Mangas.



SAN CRISTOBAL 13


La casa de Adolfo
La primera noticia que tenemos de ella es que perteneció a Doña Joaquina Mexía de Salas Guisado (o Cacho)
Nació doña Joaquina en familia hidalga apuntando el siglo XIX. Los Mexía de Salas-Guisado Lozano. Sobrina del párroco, D. Agustín, la casaron a los 20 con un noble portugués, D. Cayetano Martínes Botafora, de la parte de Monsaraz.
No tuvieron suerte con la descendencia. Sabemos que al menos tuvieron un hijo, Eugenio Francisco del Rosario (1828), que moriría pronto. Lo mismo que D. Cayetano, dejando sola a Doña Joaquina hasta su muerte en 1870, acompañada solo por su sirvienta Teresa Pavón.
Por lo que vemos, la casa se alquila a los pocos años, al matrimonio formado por Aureliano Domínguez García (hermano del abuelo de Vitoriano y Fernando) y Doña Mª Antonia Álvarez Ramírez (maestra de Feria). Parece que no tuvieron hijos. Ella era 7 años mayor que él, y se cararon cuando ella tenía más de 35.
En 1891, Aureliano y señora se mudan a San Cristobal 38(casa de Blanca) que era de la familia de él, y la nº 13 es ocupada por una familia de molineros venidos de Barcarrota. Los Cuenda Vázquez. Abuelos de Pura Cuenda, que viven en ella con sus tres hijos, Carmen, Francisco y Servando, hasta cerca de 1910.
Sobre 1909, entra a vivir José Meneses de Castro, con cerca de 70 años, y que aunque está casado, aparece viviendo sólo. Un poco de misterio.
Desde la muerte del Meneses, la casa es alquilada por temporadas. En 1933, entran a vivir en ella, Filomena y Severa Torres Pascual, con más de 70. Posiblemente por ser esta casa más cómoda que la suya de enfrente, en el 6.
En 1940, muerta Filomena, llega de Madrid su hermana Mª Josefa, que estaba de señoríta de compañía de Doña Encarnación Borregón Bernáldez. (sobrina de Bernáldez Grinda)
No sabemos quien la habita después de estas mujeres. Pero desde 1958, aparecen viviendo en ella Adolfo Guerrero Torres y su padre, Adolfo Guerrero Sánchez. Año este, 1958, en que suponemos casa con Rafi Manzano. De quien, creemos, es propiedad actualmente la casa.
Posdata: En la foto, hemos retirado los cables y una ventana que no creemos pueda ser original. Aparte de retocarla un poco en pintura. Como es barato...



SAN CRISTÓBAL 10
Hoy traemos una casa singular, porque, aunque en su fachada se ha modificado un elemento (balcón), su estructura interna conserva el regusto de lo antiguo. Con sus ventajas y sus incomodidades,
Su fachada llama la atención por sus pequeñas dimensiones en una calle de casas grandes.
1812. La primera referencia que encontramos es de principios del XIX, en el año 1812. En unas escrituras en las que, por estar invadido Nogales por el ejercito francés, no aparece el sello o timbre real. Escritura de venta por la que Juan Domínguez Morejón (Lozano), compra la casa a Ana Cabezas, viuda de Francisco Carrasco.

1852. En el catastro, aparece que vive en ella de alquiler un tal Alonso Guerrero. A quien solo se le registra con algo de ganado.
1861. Más tarde, un Hijo del Domínguez, Valentín, la permuta por otra media casa dos números más arriba, la actual nº6 de José Pascual, de quien era también la que está en el medio de ambas permutadas, la actual nº 8. No sabemos el motivo por el que éste la cambia, Quizás por venirle mejor a su hija Mª de la O que se iba a casar entonces.
Hasta finales del XIX, la casa la habita la hija del Pascual hasta que hereda la de su padre de porcima. Y durante unos años la tiene alquilada a varias familias.
1902 Se la vende a los padres de Suceso, madre de los Portela, que eran Ildefonso Marín Torres y Rafaela Amo Silva. Manteniendose en esta familia hasta nuestros días
1990 La compra José Luis Tomé, y la revende poco tiempo después a su actual propietario, el abogado Fernando Valbuena Arbaiza.


San Cristóbal 12



Como podemos ver en la fotografía de los años 20, con la procesión de San Cristóbal, la fisionomía de la casa nada tiene que ver con la actual. No tenía doblado, y con un ventanuco entre dos puertas. La de arriba parece tener un arco, típico de puerta de bodega. No sería la única que había en la calle. La de Carmen Salas tenía otra igual en su ventana de arriba, más pegada a la de Romualdo. También había otra “porcima” de la casa de Valbuena. No se trata de sitios donde se vendía y tomaban vino. Hacían la función de despensa, chacinero, etc; como los actuales sótano.
1852. Aunque la casa original datará casi del siglo XVII (¿1650?) no es hasta mediados del XIX, en el catastro de 1852, cuando aparece alguien que con cierta seguridad podamos decir que vive en ella. Se trata de Valentín Domínguez Toro, hijo de Juan Domínguez Torres y Lorenza Toro, y casado con Teresa Ramírez Salas. Nacen en ella sus dos primeras hijas, Isabel y Patrocinio. A principios de los 60, compran y se van a vivir a la casa de la callejina, San Cristóbal 20 o 22.
1861. En cuanto dejan la casa la familia Dominguez Ramírez, pasan a habitarla Mª del Rosario Torres Miño, hija de Mª Miño que vivían en la casa de enfrente (actual casa de la cultura), y su marido Don Justo Sanz Aldama. Maestro originario de Feria. Allí nacería su 2º hijo, Francisco (más conocido por Frasquito Sanz) Don Justo, además de Maestro, se encargaba de “ajustar” el reloj del Ayuntamiento, por lo que cobraba 360 reales. “Por la dirección del reloj” aparece en algún documento.
1866. Se casa su cuñado Fernando con Mª Eustaquia Torres, y se van a vivir con ellos, donde tienen a su hija Emilia.
1880. El matrimonio Sanz Torres tiene ya tres hijos: Alejandrino, Francisco y Salustiano. Y Fernando enviuda pronto, haciéndose cargo de su hija su hermana Rosario.
1900. Para el comienzo del siglo, Don Justo ya es viudo. Su hijo Francisco, casado con su vecina Elia Pascual, vive en San Cristóbal 9 (casa de Aurelio). Su cuñado Fernando y su hija, ya no viven con ellos. Solo queda su hijo Alejandrino. Es entonces cuando llega un nuevo párroco, Don Rafael Tejero Ramos, acompañado en principio por su sobrina Rafaela. Más tarde llega otra como maestra, Patrocinio. Se alojan allí unos 3 años.
1902. Muere Don Justo, y compra la casa el matrimonio formado Fernando Ramírez Ramírez y Manuela Bernáldez González, cuñados viudos. Adquieren esta casa para vivir con los hijos de ambos, María Josefa y Juan José. En su casa anterior, San Cristóbal 26, quedan los hijos de sus matrimonios anteriores, que no se habían casado aún.
1906. Muere Manuela, y queda viviendo en la casa el viudo y su hijo Juan José. Mª Josefa se había casado con Carmelo Lozano en 1904.
1914. Casa Juan José con Rafaela Naharro Castaño, de Salvatierra. De donde procedían también los padres de Juan José.
1915- 1927 Entre esos años nacen sus 5 hijos: María, Blas, Carmen, Antonio (marido de Celita) y Fernando.
En la actualidad es propiedad de los hijos de Antonio.


SAN CHRISTÓBAL 14
La Casa Cayetano


Pocas modificaciones, creemos, ha sufrido su fachada. Por fotografías antiguas, hemos podido conocer que no tenía balcón, ni rejas sus dos ventanas, Pero pasemos a conocer la historia de los últimos 250 años.
Por la situación, su construcción debe de datar, como poco, de la primera mitad del siglo XVII (1600-1650). Momento en el que muy posiblemente fueran dos casas.
1770.– José Lozano de León, hijo de Bartolomé, casa con Mª Joaquina Mesa, de Alconera. La casa le vendría a José de alguien de su familia. Allí tienen, que sepamos, a sus 3 hijos: Narciso, José y Mª Teresa.
1800.- El porrinero Fernando P. Torres, se casa con Mª Teresa, la hija de José Lozano, y se quedan a vivir en la casa. Tienen 4 hijos: Francisco, José, María y Mª Ángeles.
1835.- Se queda viviendo en la casa José Torres Lozano (en 1854 compra al Duque la huerta de Las Moreras) quien contrae matrimonio con Jacoba Méndez, de Barcarrota. Tienen, entre otros hijos, a Fernando.
1877.- Se casa Fernando con su prima Jacoba Corbacho Méndez (Barcarrota), y continúan viviendo en la casa con su padre y su hermano Félix. Éste casará más tarde con María, hermana de su cuñada Jacoba.
Fernando y Jacoba tienen 6 hijos: Félix, Isabel, Remedios (1883), José, Lorenzo y Francisco (1895). En el último decenio del siglo XIX, esta familia sufre una auténtica tragedia. Mueren siendo muy jóvenes, 4 de sus hijos. Sólo sobreviven Remedios y Francisco.
1912.- En este año casa Remedios con un tal Ortiz con quien convive unos años fuera de Nogales. Tienen una hija, Carmen.
1920.- Casa Francisco con Carmen Bueno González y se van a vivir a la que era entonces calle Alfonso XIII (Fco. Pizarro), y vuelve a vivir con sus padres Remedios con su hija Carmen.
1930.- Muere Jacoba, y quedan viviendo en la casa Fernando, ya muy mayor, su hija y su nieta.
1940.- Tras la Guerra, aparecen viviendo en ella Miguel Meneses Lambea y Primitiva Fernández González. Quienes más tarde se mudan a la casa porcima del Cuartel.
1950.- Vive el matrimonio, originario de Oliva de la Frontera, Fernando Pimienta Matamoros y María García Sánchez. Padres de Ascensión Pimienta García, que había casado en 1929 con José Seco Contreras.
(Adjuntamos la reseña de su boda en el periodico. No se lo pierdan)
1960.- Muere la abuela María, y viene a vivir su hijo Manuel. Quien se había casado en Lorca (Murcia) con María Rojas Rodríguez. llegan con sus dos hijos mayores: Mª Dolores y Francisco. Ya en Nogales, nacerían Remedios y Fernando.
Antes del 70, marchan a vivir a Badajoz. Quedando la casa vacía.
1970.- Después de unos años que la casa está alquilada a los vecinos de “porcima”, Fernando Ramírez, la compran Cayetano Salguero González y Claudia Matos Torres.
1885.- Por los años 80, se trasladan a vivir en ella, su hijo Cayetano, la mujer de éste, Faustina, y sus 2 hijos.

SAN CRISTÓBAL 15


Casa de los Domínguez. Como poco, desde principios de los 1700; cuando Nogales empezaba a extenderse calle abajo, desde la Plaza del Ayuntamiento, hasta lo que fue, dos siglos antes, cementerio con ermita, la de los Mártires (ahora Sta. Justa y Rufina). En medio, el Granero del Duque y la cárcel. Así esta calle se llamó, primero de los Mártires, calle Real, calle de la Plaza (por la plaza del Ayuntamiento), San Cristóbal, calle de Pablo Iglesias en la II República, para volver a San Cristóbal a finales de los 30.
1745. Fue alrededor de 1710, cuando nace en Nogales Juan Domínguez Morejón. De padres porrineros, era la 4ª generación que el primogénito mantenía el mismo nombre y apellidos de sus antepasados. Posiblemente fuera él quien construyera la casa cuando casó con su primera mujer, María Ximena. Con su 2ª esposa, Inés Berjano Romera, tendría a su hijo Juan (Dguez Morejón) en 1745.
1769. Este Juan casa con María Lozano de León, hija de Bartolomé, con quien tuvo varios hijos. De entre ellos, a Juan en 1769. Quien hereda la casa. Y casado con Cathalina de Torres Fonseca y Parra, tienen 4 hijos: Antonio (el Médico), Valentín, Fco. Remigio y Juan.
1850. A la muerte de su padre, sería Valentín (1789-1869) quien seguiría viviendo en la casa, al haberle tocado en el reparto. Juan se quedaría con la casa del Estanco y Remigio con San Cristóbal 10.
Valentín casa 3 veces. Las dos primeras, con hermanas de curas: Antonia Lima (Luis Lima) y Francisca Merino (Pedro Merino, de la Haba). Y ya de mayor lo hace con Ana Robles. Cuñada del Secretario del Ayuntamiento. Aunque con su 2ª mujer tiene varios hijos, solo le vivieron los dos del primer matrimonio: Mateo (1913) y Fabiana Dguez. Lima.
1869. En Julio, muere Valentín, pasando la casa a su hija Fabiana. Ésta ya vivía casada en Valencia del Ventoso, por lo que alquila la casa a la familia del párroco D. Juan Francisco Ortiz Durán, naturales de Almendral.
1883. Cirilo Lozano Benítez y Ramona Domínguez Torres, compran la casa a la tía de ésta, Fabiana, y entran a vivir con sus tres hijos: Carmelo, Luis y José, cediendo a la familia del cura, Don Juan Fco., su anterior domicilio en calle San Cristóbal 4.
1904. Casa Carmelo con Mª Josefa Ramírez Bernáldez, y se van a vivir a San Cristóbal 4, quedando en la casa la viuda Ramona con sus hijos Luis (cura) y José. Volviendo la casa Carmelo y familia a la muerte de su madre en 1916.
1924. Viven en la casa, Luis el cura, José el soltero y el matrimonio con sus 10 hijos, de los que vivieron 8: Asunción, Manuela, Ramona, Fernando, Cirilo, Carmen, Teresa e Isabel (1924). Ésta última, actual propietaria de la casa.


San Cristóbal 16


La casa, por donde está situada, muy posiblemente sea de la primera mitad del XVII (1600-1650), y poco tendría que ver con su aspecto actual, que sería más bien del XIX, cuando los ganaderos necesitan almacenar mayores cantidades de granos en sus doblados. Innecesarios antes, con cabañas ganaderas más reducidas para el consumo familiar. Es entonces cuando empiezan a construirse las bóbedas de medio cañón y de crucería, para soportar el peso del grano.
1818, La primera referencia la encontramos en un documento que hemos publicado hace poco, cuando hablamos de la casa de Juan Manuel Salas. En ella se dice que la casa de los Mexía de Salas lindaba por una parte con la de herederos de Manuel Vacas, y por la otra con la Calleja.
Buceando un poco por el siglo XVIII, hemos encontrado que Manuel Vacas nació en Nogales en 1750. Hijo de Alonso Rguez Vacas Toro, natural de Feria y criao en Nogales, y de Mª Vázquez (Hija de Fco. Leal y Mª Vázquez La Trinidad) de Nogales.
Poco más conocemos de su biografía. Por lo de“ Herederos de…”, podríamos pensar que estos serían los hijos, pero no los hemos encontrados, por lo que igualmente pudieran ser sobrinos o hermanos, o incluso mujer.
De profesión molinero, como lo sería también su padre y muchos de su familia. De hecho, algunos de ella casan con personas de otras familias molineras como los Rubio y los Contreras.
Más concretamente, llevaría arrendado el molino de Toro (quizás su nombre lo tomara del 2º apellido del padre), enfrente de Los Llanos, entonces propiedad de Antonio Mangas de Córdova. Lo sabemos por el testamento de Doña Marina de Vera y Morales de 1793, viuda del Mangas. En él, manda que se cobren las rentas que por el molino deben Diego Contreras (11 fanegas de trigo y 54 reales) y Manuel Rodríguez Vacas (18 reales y medio).
1852. En el catastro, nos aparecen solo 2 Vacas, pero ninguno vive en esa casa. Mª Salomé por San Juan y Francisco en calle Castillo. Es más, nos da la sensación de que la casa está deshabitada en ese momento.
1880. Encontramos viviendo en ella al herrero de Medina de las Torres Julián Sánchez Menaya, su mujer Juana Franco Soto de Villafranca, y su hijo Francisco, que había nacido viviendo ellos en Calamonte. Tenía la frágua, en la ladera norte, en la cochera que hasta poco creo era de “Cánovas”. Pero su primera vivienda fue en la calle la Callita. Su hijo Francisco casa con Atanasia Gutierrez, de quienes muchos y muchas descienden.
1885. Entran a vivir, por poco tiempo, Antonio Meneses de Castro, Ana Benítez Naharro (Salvatierra) y sus hijos, Eladio, Filomena y Felisa, ascendientes de mucha gente de Nogales como los Meneses Leal, Leal Meneses, Meneses Álvarez…
1887 a 1889, Vive en la casa el hijo de José Torres Lozano, Fernando y familia, mientras arreglaban la casa de su padre que vivió porcima. En la casa ahora de Cayetano y Fausti.
1890. Compra la casa León Domínguez Torres, que casado con Ruperta Gamonal Caballo, entran a vivir ya con su hija Isabel Dolores y Aniceto que habían tenido en la casa paterna en san Cristóbal 25. Mateo Dguez Lima e Isabel Torres Benítez, tuvieron, además de León, a Ramona, Andrea, Luis y Patricia. Desde entonces, la casa no ha salido ya de la familia Domínguez.
1940. Cuatro hijos tuvieron León y Ruperta: Isabel Dolores, Aniceto, Andrea y luis. Al terminar la Guerra, solo Isabel Dolores quedaba en la casa. Y allí vivió hasta su muerte en 1960.
1960. A partir de esta fecha, la casa perteneció a su sobrina Dolores Domínguez Bernáldez.
En la actualidad la habita la familia de su hijo Antonio Luis del Río.


San Cristóbal 17


Casa Carrasco

Como se puede comprobar si observamos un poco la fachada, nos damos cuenta de que en un tiempo fueron 2 casas. Una, la de arriba pegada a las escaleras, con la puerta de entrada actual y las dos ventanas a ambos lados. Y la otra, pegada a la calleja, cuya puerta era lo que es hoy una ventana.

En la primera, vivieron en el último cuerto del siglo XVIII, José Martín Galeas y María Pascual Ramírez. La familia Martín eran los dueños del huerto grande de la fuente Grande. Tuvieron 3 hijas. De ellas, María, que casa con Francisco Caballo, es la que se queda en la casa. Una hija casó muy joven con el médico D. Pedro Gamonal (de alburquerque), de quienes proceden Los Sixtos, que le llamaban.

En los años 70 de 1700, llega a Nogales Fernando Domínguez (Torrado?) de Salvaleón, casado con María Corrales, de Barcarrota. No sabemos con exactitud la profesión de Fernando, pero posiblemente médico. Y compran la casa de la calleja. Tuvieron al menos dos hijas: Ramona, que casa con el salvaterreño Fernando Ramírez Méndez, e Isabel que hace lo propio con el también de Salvatierra, Juan Bernáldez Aguilar de Amaya. Siendo este último matrimonio el que continuaría habitándola.

Entre 1815 y 1820, Don Juan y doña Isabel tienen unos cuantos hijos, de los que sepamos le viven 3. Juán Jose (padre de don Pepito el del Asilo), Juliana y Josefa.

Juan José, después de terminada la carrera de derecho en Madrid, se casa con la viuda de un primo de Salvatierra, unos años mayor que él, Josefa Grinda San Vicente, y viven por temporadas entre Badajoz, Nogales y Salvatierra. En Nogales se hacen la casa que conocemos por el Asilo.

Antes de 1850, las dos casas del caballete pasan a ser propiedad de los Bernáldez Domínguez, viviendo en ella Juliana, casada con el médico José Domínguez Aveo, mientras que Josefa, casada con Francisco Eustaquio García Torres, viven de alquiler en la casa de enfrente, la de los Salas Jarones.

Sobre 1868, muere Juliana sin hijos, y suponemos que es entonces cuando se mudan a ella Fco. Eustaquio y su señora Bernáldez, Josefa. Donde tienen a sus hijas, Soledad y Araceli.

1885, Araceli casa con el capitán, natural de Almendralejo, D. Antonio Carrasco Conejo y se van a vivir a Zafra, donde nace en 1886 su hijo Luis.

1887. Muere Araceli en Nogales, a los pocos días de tener a su hijo José. Los padres y su hermana Soledad, se trasladan durante dos años a Zafra para cuidar a los dos nietos huerfanos de madre, volviendo en el 90.

1900. Fallecidos ya Francisco Eustaquio y Josefa, quedan los niños al cuidado de su tía Soledad y de su padre, que al efecto vienen a vivir a Nogales.
1905. En agosto, don Antonio Carrasco Conejo, solicita autorización al Ayuntamiento para colocar una verja de hierro en el perímetro del patio delantero. Habiendole sido concedida, no sabemos el porqué no la llevó a cabo. Quizás el traslado de domicilio a Almendralejo, donde muere?

1910. Vuelven la tía, Soledad, con los 2 sobrinos con sus carreras de derecho terminadas.

1917. Se firman las escrituras de la compra de Santa Justa al Ducado. En ellas aparecen los dos hermanos como abogados y vecinos de Almendralejo, con domicilio en la calle Reina Victoria.

1919. En marzo, muere José de tuberculosis. Quedando solo en la casa D. Luis.

1926. Casa Luis Carrasco con Rosalía Peña de Llera, hija de un médico de Villagarcía de la Torre, y tienen 5 hijos: Araceli, Antonio, Patrocinio, Soledad y Ángel.

1974. después de la muerte de doña Rosalía, pasa a ser propiedad de tres de los hermanos, para posteriormente, en 1990, pasar a Soledad.


SAN CRISTOBAL 19


La Cárcel.
El escudo de los Figueroa-Manuel nos da la pista de su antiguedad. Alrededor de 1460
Hasta hace un siglo, solía vivir en ella un alguacil.



San Cristóbal 20


1782. Muere el cura párroco Don Juan Méndez Campañón, y llega para sustituirle el cura de Zahinos, Don Agustín Mexia de Salas Guillén y Masero. Quien al poco de llegar, como era costumbre, arrastra con él a su familia más cercana. En este caso, su hermano Domingo y su señora, Patricia Román. Quienes tenían solicitado al Rey Carlos III el reconocimiento de su hidalguía. La concesión le viene, recien llegados a Nogales. Traen 3 hijos: Benito, que fue cura y párroco de Nogales; Isabel (soltera) y Francisco, que casa con una rica del pueblo, Mª de la O Guisado Lozano (aunque suele aparecer como Cacho, apellido de su abuela paterna).
Creemos que fue entonces cuando Don Agustín y familia ocupan esta casa de la calle de Los Mártires. A falta de confirmar, puede que la casa fuera la ocupada por el anterior párroco, DonJuan Méndez.
1807. Muere Don Agustín, quedando la casa habitada por su sobrina soltera Isabel, su sobrino Benito el cura y la Francisco con su mujer e hijos. Pero la casa la poseen a "censo" (Alquiler perpetuo con opción de compra), por lo que tienen que pagar una renta anual a la cofradía de la Virgen del Rosario. Al ser un censo redimible, podían quedarse con la casa en propiedad pagando 3.800 reales. Cosa que finalmente hacen, entregando a cambio un olivar en la Fuente Grande y ofreciendose Mº Dolores para coser y planchar las ropas de la iglesia. Cosa que ocurre estando ausente (desaparecido) su marido como explicamos ahora.
1816. Tras la guerra contra los franceses, el hidalgo Don Francisco, parece que marcha de casa, según su mujer, “a buscar trabajo”. Los nobles tenían prohibido hacer trabajos mecánicos y manuales, por lo que no sabemos qué tipo de trabajo sería.
Como no se sabe dónde está ni cuándo volverá, la mujer tiene que pedir autorización al justicia del Ayuntamiento para poder vender algunas tierras y pagar deudas. Viven con ella sus 4 hijos: Toribio, Isabel, Joaquina y Bartolomé. Mª Dolores había heredado mucho de su padre y de su tío Pedro Lozano: huerta de los Álamos, molino del puente, olivares, casas… Pero la Guerra de los franceses y que su marido no se dedicaba en principio al campo por ser noble, había hecho que el patrimonio se fuera reduciendo.
Suponemos que don Francisco volvió a casa (ya nosn tenía preocupados). Pues hemos encontrado su partida de defunción de 1845, donde pone que era labrador y que muere viudo a los 83 años (muy anciano para aquella época). Enfermedad: "Calentura intermitente perniciosa de caracter apopletica nervioso" según el facultativo, claro.
Sus hijos ya se habían ido de la casa. Isabel se había casado con Pedro Ramírez y vivían en San Juan 5. Joaquina, viuda sin hijos, vivía porbajo de la actual Casa de la Cultura, y Bartolomé, el cura, no sabemos por dónde diría misa, ni si vivía. Suponemos que siguió viviendo en la casa su hijo Toribio casado con Aurora Real, que marcharía pronto, ya viudo, a vivir con su hija Mª Dolores y casada con José Ramón Domínguez Martín que vivían porbajo del Estanco.
En el catastro de 1852, la casa parece estar habitada por Fco. Eustaquio García Torres, quizás en calidad de arrendatario, aunque sabemos que era propietario de una tahona (molino movido por béstias), el pajar y el corral de esa misma casa. Poco más tarde, casaría con la viuda de su hermano Juan, Josefa Bernáldez y marcharían a ocupar la casa de enfrente, la de Carrasco.
1870. El médico José Domínguez Aveo, viudo desde hacía tiempo de Juliana Bernáldez (hermana de Josefa), se casa con Remedios Domínguez Salas, nieta de Toribio y 28 años más joven que él. El matrimonio se va a vivir a la casa en cuestión. Donde tienen a sus tres hijos: Obdulia (1871), David Pascual(1879) y Mª Josefa (1880).
1905. El médico Don Jacinto Jarones se casa con Mª Josefa, conviviendo con el resto de la familia.
1910. Ya ha tenido el matrimonio a sus cuatro hijos: Remedios, Manuela, José y Dolores. Don Jacinto había instalado el molino de aceite en una nave que anexionó al tinahón de la ladera del Sol. Molino que estuvo funcionando hasta finales de los años 60.
1945, Manuela Jarones casa con Pedro Salas Torres, y tienen 2 hijos: José Cristóbal y Juan Manuel Salas Jarones.

"A la venta está, por si alguien la quiere comprá"




SAN CRISTÓBAL 20 (22)
La de la“Callejina”


1808. En un documento que plasma el reparto de 100 fanegas de grano del pósito de Nogales para la siembra, aparece Francisco Bazquez como encargado, junto con Juan Torres, de hacer ese reparto entre los labradores. Posiblemente fuera él el propietario de esta casa. Eran unos cuantos hermanos nacidos en la Torre, aunque su padre era originario de Barcarrota, donde heredan unas casas de un tío que murió en América.

1852. Pues bien. A la muerte de Francisco, sigue viviendo en la casa su hija Isabel, que casó con el porrinero Lorenzo Corrales. Quien aparece en el catastro de la época como propietario, por el líquido imponible, de varias casas.

1860. La compran Valentín Domínguez Toro y su mujer Teresa Ramírez Salas. Hija ésta de Pedro Ramírez Villegas y de Doña Isabel Mexía de Salas Guisado. Tienen en ella a sus 5 hijos:

- Isabel de Gracia, casa con su primo Benigno Ramírez

- Carlota, que muere joven

- Patrocino, se casó con Ricardo García Meneses

- Joaquín, con Ascensión García, de los Entrines. Ascendientes de los Domínguez de Santa Marta, Entrines y la Torre.

- Juan José, casa en primeras nupcias con Anuncia Real Magdaleno, de Alconera,  

1898, Juan José, tras la muerte de su madre, y después de vivir unos años con Ricardo y Patro en la plaza, vuelve a ocupar la casa con su 2ª mujer, Micaela Martínez Casal, de Almendral, Con la que tiene una hija, Catalina.

1910. Muerta Micaela y su hija, Juan José vive con sus hijos José, Dolores y Carmen.

1920. Es alquilada al matrimonio Antonio Fernández Torres (Almendral) y Carmen Galindo Padilla (LaMorera), padres de “señó” Adel, el de la luz. Precisamente él era el mayor de los 5 hijos: Adel, Antonio, Manuel, Hermenegildo y Matilde. Esta última nacida ya en Nogales; los demás en La Morera. Les acompaña su abuela paterna Concepción.

1930. Vuelve a alquilarse la casa a Cándido Peinado Megía, de la Morera, y su mujer María Caro Cintas, nacida en Salvatierra. En ella viven con sus hijos Antonio e Isabel, y la abuela Antonia Cintas Caro.

1940. Dolores Domínguez Real, hija de Juan José, propietaria de la casa, entra a vivir con su marido Juan Francisco Carballo Álvarez y sus 2 hijos: Juan José (abuelo de José Dguez. Píriz) y Concepción Abuela de Dolores García Carballo)

1950. Y hasta el 54, viven Ángel Cabañas Giraldo y Carmen Gutiérrez Amado y sus 2 hijos, Norberto y José Antonio.

1954, la alquilan Diego Gómez Guerrero, carpintero de Fuente del Maestre. Su mujer, Fernanda Vergara Herrera, con dos hijos que trabajan con el padre en la carpintería, Blas y Manuel, y una niña, Carmen. Tras la muerte de Diego, en 1958, y casados los dos hijos, Fernanda y su hija dejan la casa.

1959. El zapatero Antonio Escobar Torres y su mujer, Josefa Díaz Alburquerque, entran a vivir con sus hijos, Carmen y José Antonio. Para emigrar a Tarragona antes del 65. Sus hijos nos lo confirmarán.


1967. Compra la casa Alejandro Jacinto Hernández (Tocorro) y su mujer María Matos Sayago, y sus 5 hijos.
Actualmente vive en ella Débora Santana Jacinto, nieta de María Matos, y su marido David Muñoz Rosa.


SAN CRISTÓBAL 22 (24)



La casina de Doña Soledad. 175 años de historia
1852. Es la primera fecha en la que encontramos un documento en el que con una cierta seguridad podemos señalar quien la habitaba. Don Mariano Sacristán Vegas, venido de Rueda, en la provincia de Valladolid. No sabemos si ya entonces estaba casado con Marcelina Menacho Matamoros, 14 años más joven y madre de sus hijos, Vicente (1860) y Federico (1866). Por el Catastro, vemos que vive en ella pero no es el propietario. No paga contribución por ella.
1869. En esa fecha la habita la viuda Dª Ana Robles Calderón. Tercera mujer de Don Valentín Domínguez Torres, muerto ese mismo año de “decrepitud” con 80 años. Dª Ana era de Almendralejo y cuñada del secretario del ayuntamiento D. Andrés Zambrano. Ejercía de maestra de primeras letras.
1885. La habita Félix (Felipe) Torres Méndez, hijo de José Torres Lozano (Vivía en casa de Cayetano y Fausti), casado con una hermana de la que estaba casada con su hermano Fernando, María Corbacho Méndez, de Barcarrota. Tienen en ella tres hijos: José Mª, Carmen y Felisa.
1905. La familia Torres Corbacho, parece que cambia su domicilio y alquilan la casa a Fernando Motera Mancera y Urbana Romano Tinoco, que al no tener descendencia, parece que adoptan o acogen a una niña nacida en Cáceres, Mercedes Merino Costa, nacida en 1902.
1906. Doña Obdulia Domínguez Domínguez, tía abuela de Juan Manuel Salas, compra la casa a Felisa Rebollo, natural de Barcarrota. Posible familiar de María Corbacho, mujer de Felix Torres. En ese momento la casa sigue arrendada a Fernando Motera.
1920. Antes de este año, es alquilada a Francisco González Villafaina, del Valle de Matamoros, que estaba casado con Angustias Matito Álvarez, hija de Carlota Álvarez Felipe de Nogales, quien vive con ellos. Tienen 3 hijos: Carlota, Emilio y Antonia.
1929. Doña Obdulia Dguez. vende la casa a Don Luis Carrasco. En ese momento la casa tiene “una superficie de 156 m2, y se compone de 3 naves, dos de ellas adoblaladas.”
1932. Entra a vivir Doña Soledad García García, prima hermana de Soledad y Araceli, tía y madre de Don Luis. Doña Soledad era Hija de Mª Carmen García Torres, y se había criado en Alconchel, de donde era su padre. Vino a Nogales con su hermano José. Primero viven de alquiler en la casa “porbajo” del Asilo, hasta que en 1931 la compran Mateo y Estrella Ramírez. Es entonces cuando Don Luis le ofrece la casa que recientemente había comprado.
En ella vive hasta su muerte, que debió de suceder sobre 1955. Con lo que estamos hablando de que moriría con 92 años. Según cuentan quienes la conocieron, era una mujer con muy buen carácter, de buena conversación y con mucha mano con los niños, a quienes entretenía haciendo pajaritas de papel y otros juegos.
1974. Por escritura particional de la herencia de sus padres, la casa pasa a la propiedad de Araceli Carrasco Peña.



SAN CRISTÓBAL 29


La casa de la farmacia y del bar de Ángel el Gorda.
San Cristóbal 27
Como otras de la calle, hasta quizás mediados del XIX (1840-50), fueron 2 casas. Época de las que encontramos referencias fiables de su propiedad.
1852. Aparecen viviendo en ella el comerciante José Ramón Domínguez Martín y su mujer María de la O Salas Real, junto con el padre de ésta Toribio Mexía de Salas Guisado.
1856. Antes de terminar la decena de los 50, tienen a sus dos hijas, Remedios y Matilde, y a Emilio. Este último estudia Medicina y se afincará en la Torre, donde llega a ser propietario de una gran finca, Solis.
1870. Casa Remedios con el médico viudo José Domínguez Aveo, 28 años mayor. Y se van a vivir a la antigua casa de los Mexía de Salas. Quedan en la casa su madre María Dolores y su hermana Matilde.
1886. Aparece el porrinero Alonso Torres Martín, comerciante, que casa con Matilde, 5 años mayor que él. En 1889 nace su único hijo, Don José Ramón Torres Domínguez. Su padre tenía en su casa “tienda de tejidos de lana al por menor”, como dice un libro de matrícula de la época.
1900. Antes de terminar el siglo, Alonso Torres compra a los herederos de Cipriano Dominguez la casa de san Cristóbal 36 (La de Elo y Juan José). Y la casa que estudiamos hoy empieza a ser alquilada. La mayoría de las veces a dos familias.
1901. Viven dos matrimonios, Uno joven, el del zapatero Francisco Leal Deopino con Julia Sanz Martínez (de Salvatierra) y su hija Carmen. Otro mayor, José Fdez Moro y Eloisa Gimenez Cepeda, Originarios de Fuente de Cantos. Vienen a Nogales a vivir con sus dos hijos:
• Antonio, de profesión practicante, y más tarde conocido como “el Boticario”. Casado con Ana Fito, fueron padres de 7 hijos. La más conocida en Nogales, Rosario “la de la Botica”.
• Claudia, madre del comerciante Juan José Naharro Fdez.
1910. El familia Fito Domínguez, entran de alquiler, hasta que terminan las obras de su futura casa, la del Estanco.
1953. Hasta este año, la casa es ocupada de forma muy temporal, mientras la gente que llega encuentra un domicilio definitivo. Es en este año cuando entran a vivir en la parte de abajo los Aranda: Nicolás Aranda Cansado y su mujer María Meneses Gallego, con su hijo Ángel y el padre de María ya muy anciano, Antonio Meneses Guillén, que moriría con 90 años en 1958.
1959. Casa Ángel con Pilar Matos, y continúan viviendo en la casa, abriendo un bar en la sala de abajo. Allí nacen sus 2 hijos: Mª Ángeles y Ángel.
1965. Pone la farmacia Celita en la parte de arriba. Allí vivirá con su marido Antonio Ramírez, y sus 3 hijos: Paloma, Olga y Antonio.
Creemos que pudo ser por esta época cuando tras la partición a la muerte de Doña Mª Josefa Dguez Dguez, su hijo José Jarones hereda la casa.
1970-75. La casa queda deshabitada. Los Aranda emigran a Vigo, y más tarde, la familia de la farmacéutica, compra farmacia en Talavera de la Reina.
1985. Sería a finales de los 80, cuando Don José Jarones arregla la casa, y pasa con su mujer largas temporadas en Nogales.
2010-2015. Don José o su hijo José Ramón, vende la casa a sus actuales propietarios.

SAN CRISTÓBAL 33


La de la Ermita
Casa ésta demasiado grande como para no estar compuesta de varias antiguamente.
1800-1842. No sabemos con exactitud cuando compra esta(s) casa(s) Don Victoriano García Torres, hijo único de Don Francisco Lucio García de la Varga, natural de Quintanilla del Agua en Burgos. Familia que habitaba en la casa que ellos llamaban de la Rinconada, la de Elo y Juan José. (véase la historia de esta)
1851. En la partición de los bienes de Victoriano, muerto en 1842, está casa se la adjudica su hija María del Carmen, menor de edad. Ese mismo año, hace testamento su madre, María Torres Guisado, mandando que se mejore a esta hija menor con la casa de detrás y una serie de tinajas que en ella existe. La casa de detrás tiene la puerta para la calle María Cristina, entonces llamada del Escuche. Aún se puede ver.
1852. En el catastro que tenemos, no aparece nadie viviendo en ella.
1858. María del Carmen casa con un señor de Alconchel apellidado García, y marcha a vivir al citado pueblo. Y en un momento determinado le vende la casa a su hermano José María.
En los años 20 volvería a Nogales una hija de Mª Carmen llamada Soledad. Que mucha gente conoce por Dª Soledad, viviendo en la casita por bajo de Dévora.
1860. José María se la vende a otro hermano, a Francisco Eustaquio, quizás para irse allí a vivir. Ya que él estaba viviendo en la casa de los Mexía de Salas de alquiler. Y no la llegaría a ocupar porque le salió la casa de su mujer, Josefa Bernáldez, que era la casa de los “Carrasco”, donde definitivamente establecieron su domicilio.
1882. Hasta este año, parece que nadie la habitó en lo que de su historia conocemos. Y es que en mayo la compra Nicasio Torres Ramírez, casado con Saturnina Méndez Méndez. Esta del Valle de Matamoros. Su precio, 6.375 ptas. La casa tenía entonces 18,5 m de fachada principal y 1.041 metros cuadrados de superficie. Pero al parecer no tenía balcones. Según cuentan los viejos, fue Saturnina quien se empeñó en ellos, accediendo su marido a sus deseos.
A Nicasio y Saturnina le sucedió en la casa su hija pequeña Eugenia. A ésta su hija Gloria. Habitándola en la actualidad Eugenia Salas Torres. Biznieta de Nicasio y Saturnina.



SAN CRISTOBAL 36



La casa de Don José Ramón. Casa Grande de los García
Otra casa que ha vuelto a descendientes de sus primeros propietarios. después de 7 generaciones y 200 años.

- Francisco Lucio García de la Varga (1750)
- Victoriano García Torres. (1800)
- Mª Francisca García y Cipriano Dguez Toro (1850)
- Victoriano Dguez García. (No vivió en ella)
- Vicente Dguez García. (No vivió en ella)
- Fernando Dguez Gil. (No vivió en ella)
- Eloisa Dguez Montero. Vive en ella
Un poco de historia:
A principios del XIX, Victoriano García Torres, hijo de Francisco Lucio García de la Varga, fue comprando y uniendo casas, principalmente en la calle de la Plaza (antigua Real y Mártires), actualmente San Cristóbal, como son las nº 30, 36, 38 y la 29 (Junto a la Ermita). Ésta, la numero ahora 36, era, aunque no con seguridad, su casa paterna.
Muere Don Victoriano en 1842, y deja esta casa en testamento a sus dos hijas mayores, Mª Francisca e Isabel Tomasa. Esta última casa con el forastera José María Malpica, y vende su parte a primera. Quien casada con Cipriano Domíguez Toro, tienen allí a sus 5 hijos. La mayor de ellos, Concha, en estado de viudedad, casa con Juan Fito Boluda en Almendralejo allá por 1884-85, y se vienen a vivir a la casa paterna con su hija Ana. Después tendrían a Francisco, José y Juan.
Poco antes de 1900, la casa la compra el comerciante Alonso Torres Martín y Matilde Dguez Salas, padres de Don José Ramón que ha bitará hasta su muerte en los años 60. La familia Fito para a vivir de alquiler enfrente de la casa que se estaban haciendo. La del estanco. Una casa que era de 3 tíos solteros de Concha.
A la muerte de Don José Ramón, hereda la casa su sobrina 2ª la Dra. Doña Dolores Jarones. Durante los 70, 80 y quizás 90, la casa es visitada casi diariamente por señó Eladio para cuidar algunos “guarrinos”, y sus gallinitas. Aún lo recuerdo con la cuba metiendo la llave en “fechadura”
Finalmente, sobre el año 2000, el sobrino de Doña Dolores, José Cristóbal Salas Jarones, se la vende a Juan José Maldonado y Eloísa Domínguez.


Bernáldez Grinda 17



Otra casa difícil de localizar en la documentación más antigua.
En la 2ª mitad del XVIII y principios del XIX, incluso los mismos escribanos (notarios) dejaban patente en las escrituras las dudas sobre el nombre de la calle. Si Mártires (después calle de la Plaza y de San Cristóbal) o calle Nueva (después Bernáldez y más tarde Bernaldez Grinda, su hijo).
Dice una escritura de 1769 de un solar de casa, que podría ser de una de las dos casas que forman la de Patricia: ”… solar de casa que tengo en esta villa en la calle que llaman de los Mártires o Nueva, lindero por una parte con casa que fue de Cathalina Peña, y por la otra con el Exido de la Horca…”.
En otra de 1820, de una casa que se vende por poderes. En el poder habla de calle de los Mártires, pero en la escritura de compraventa la sitúa en la calle Nueva. Y que además "...Linda con calleja que sale a la ladera."
Con ellas, queremos decir que la casa en cuestión podía haberse construido a continuación de la primera (Exido) o sobre la calleja de la 2º referencia.
Esa confusión, hoy en día, nos parece un poco absurda, pues es la Ermita la que hace la división de ambas calles. Aunque la casa de Patricia, de su bisabuelo Romualdo entonces, unas veces era numero de una y otras de la otra. Pero antes de 1850 no estaba tan claro.
Eso sí, no existía la Ermita pero sí un camino que de Santa Marta iba a Barcarrota, y que, según Carlos Marín, precisamente pasaría por el solar que ocupa la casa de Luis Lozano. De hecho el camino del Cercao lo llamaban camino de Barcarrota. Es solo una posiblidad hasta que encontremos referencias en las que podamos confirmarlo.
1852. En el catastro de esta fecha, aparece la casa como propiedad de Alonso (segundo) Torres. Un Torres más que vino de Salvaleón a casarse a Nogales. En este caso, un viudo que casa con Carmen Lozano Benitez, y quienes, en principio, vivirian en San Juan 13, donde tuvieron a sus 3 hijos mayores: Ildefonso, Juan y José. Mientras que Miguel nació en ésta.
1878. Tras la muerte de Alonso, se casa su hijo mayor, Alonso o Ildefonso, con Mª Del Rosario Lozano Benítez, sobrina de su madre, y se van a vivir a San Juan 13, hasta que en
1882, su madre es asesinada por unos ladrones, e Ildefonso vuelve a vivir con sus hermanos a esta casa . En una de las imágenes que ilustran este artículo, reproducimos la descripción que de la casa se hace en un documento del juicio.
Por este documento conocemos quienes habitaban las casas de la calle. Que el callejon del Cercao era el camino de Barcarrota. Dónde estaban algunos negocios, y mucha más información de como era la vida del pueblo hace 140 años.
1900. Además de a José, que nació en la casa de San Juan, Ildefonso y Rosario tuvieron tambien a Carmen y a Carmelo. Con ellos vivían José y Juan Miguel, hermanos solteros de Ildefonso.
1905. Compran la casa grande de enfrente del Estanco a Don Manuel Mª Albarrán, que se había quedado en subasta con las propiedades de Victoriano García, cuando éste se arruinó.
1907. Dos años después casa Carmen con Juan Salas Zorzano, de Santa Marta, y se van a vivir a la casa de la calle Bernáldez. Allí tienen a sus 5 hijos.
1916. Muere Juan Salas y el resto de la familia se van a la casa grande del abuelo Ildefonso, en la calle San Cristóbal. Es entonces cuando la casa de Bernaldez ñempieza a alquilarse.
1919. La familia compra la finca la Jarilla a Don Pedro Romero de Tejada.
1924. Vive el médico Don Alonso Rivera Torres y familia. Precisamente ese año muere don José Bernáldez Grinda. Su vecino. Don Alonso dejará de vivir en ella durante la Guerra.
1945-1955. Durante unos cuantos años, vive el el matrimonio Antonio Sánchez González , y Carmen Salas Torres , con sus dos hijos , Juan pedro y Antonio.
1955. A finales de los 50 la alquilan Antonio Castaño Montero y Gervasia Fernández Cacho, en donde tienen a sus dos hijos (?), José Antonio e Isabel Mª. En los 60 marchan a Madrid.
1970. Luis Lozano y su mujer Carmen, entran a vivir como alquilinos en 1969. Y es en 1980 cuando la compran.

BERNÁLDEZ GRINDA 4


La casa de Anita Durán.
La sacamos hoy para felicitar con retraso a Doña Ana Durán García, natural de Santa Marta, que el pasado sábado, dia 17, cumplió 100 años.
Un poco de historia:
1750. En la 2ª mitad del siglo XVIII es cuando se forma esta calle con el nombre de Nueva. El primer propietario de la hoy nº 4, parece ser Joaquín Oliva (1760?).
1820. A Joaquín le sucede en la casa su hijo Pedro (1790?) que casado con una Castaño sobre 1820, tienen, entre otros hijos, a Paz (1827). Quien vivirá en ella casi toda su vida.
1850. Casó Paz con Jerónimo Hernández, con quien tuvo hijos
1870. Muere Jerónimo, y Paz se vuelve a casar con Fco. Deopino Díaz, natural de Villafranca, e hijo de un herrero. Francisco lleva a su hijo Ricardo a vivir con ellos, pues su hija Amparo ya se había casado con Gabino Leal Menacho. Que entroncan por su hija Conce con los Seco carpinteros de la Parra.
1880. Paz pone una taberna en su casa. Así se recoge en los autos del proceso seguido por un asesinato cometido en una casa de la misma calle en 1882.
1885. Pasa la calle a llamarse de Bernáldez, Por el benefactor de Nogales Don Juan José Bernáldez Domínguez. Padre de Don Pepito. En este año, Francisco y Paz se cambian a la Plaza de Toros nº 1. Hoy Bar Aranda.
1885- 1895. La casa va siendo arrendada a varias familias. En el 88, la habita la familia de un ganadero del Valle de Matamoros, José Carlos y Carmen Corbacho con sus 8 hijos
1895 Parece que la casa es adquirida por el matrimonio José Marroquín Bernáldez y Fca. Meneses Meléndez. Quienes tienen en ella a su hija Teresa.
1920. Teresa casa con José Seco Álvarez, carpintero venido de la Parra, y tienen 4 hijas: Teresa 1921, Paulina1924, Julia 1928 y María 1930.
1933. Durante la II República, la calle aparece con el nombre de R. Grinda. Apellido de la mujer de Don Juan José Bernáldez.
1938. Durante la Guerra, se le vuelve a cambiar el nombre para poner el de su hijo, José Bernáldez Grinda.
1950. Suponemos que Ana y Joaquín Guerrero se casarían en los años 50, y comprarían la casa.
Como es de suponer, son muchos los descendientes de los Oliva, y tambien de los Deopino. Aunque este último apellido haya desaparecido en Nogales hace tiempo.
Postdata: La última vez que hemos pasado por Nogales, la casa estaba en venta. Aquí les dejamos su historia para quienes la adquieran. También ellos entrarán a formar parte de ella.



BERNALDEZ GRINDA 5


Casa Mascota

(Hasta 1887 Calle Nueva 5. Hasta 1933, Calle de Bernáldez 5. En la República, R. Grinda 7)

1835. Primera referencia que tenemos de ella. Pues sería por entonces cuando la adquieren Francisco Utrera Muñoz y María Maqueda. Ambos originarios de Barcarrota.
1852. Por el catastro, deducimos que Francisco era hombre de negocios, o había venido de Barcarrota con dinero. Con una contribución anual de 200 reales, no andaba descalzo. La casa, por el líquido imponible, parece que no tenía los metros actuales. Por lo que intuimos que fueron dos en tiempo.
1858. Una de ellas, la de la esquina (nº 5) la ocupa una hija, Carmen, casada con D. Francisco Pazos, posiblemente natural de Barcarrota y, por el tratamiento de “Don”, de profesión liberal o empleado de ayuntamiento. (no tenemos actas de Plenos de entonces para comprobarlo). En la otra, la nº7, vivían los padres, Francisco y María, con sus hijas Victoriana y Benita.
1875, Aproximadamente, se casa otra hija, Niceta, con el veterinario de Mérida, Don Francisco Martínez Barriga, y viven en la casa nº 7 hasta mediados de los 80. Seguramente fue entonces cuando se une la casa de la esquina (nº5) con las habitaciones de los 2 primeros pasos (crujías) de la nº 7. Vendiendole a la casa nº 9 la 3ª crujía y corral.
1885. Sólo viven en la casa, Carmen, ya viuda, con sus dos hijas y su hermana soltera, Benita.
1894. Entran a vivir en la casa, el herrero de Villalva, Luis Fernández García, casado con la nogaleña Teresa Álvarez Torres,
1901-1910. Entran los Escobar zapateros. El padre Emilio Escobar Suarez, la madre Carmen Jiménez Eusebio. Ambos de la Torre. Y el hijo José con su mujer Isabel Torres Melendez, padres de los Escobar Torres, Emilio, Trini, Carmen…
1920-1930. Desde que los Escobar se van a vivir a la calle San Cristóbal hasta que aparecen los nuevos inquilinos, la casa parece estar desocupada.
1931. Aparecen viviendo en calidad de propietarios, Manuel Lozano Bernáldez, su mujer Inés García Román, de Salvaleón, y la hija de estos, Isabel (1911)
1933. Nuevos inquilinos. La familia de Salvaleón compuesta por Hipólito Caballero Mangas, su mujer Felipa Mangas Benítez, sus hijos, y el padre de él, Hipólito Caballero Sena. Tanto el padre como el hijo eran mecánicos y trabajan conduciendo los coches de alquiler de Gil Serradilla y para la Fábrica de Don Jacinto. Al Hipólito hijo lo fusilan en la Parra durante la Guerra.
1940. Una vez pasada la Guerra, viven Adolfo Guerrero Sánchez y su mujer Saturnina Torres Zambrano, con su hijo Adolfo.


1943. Compran la casa a Manuel Lozano, Fernando Carballo Ramos(Señó “Mascota”) y su mujer Dolores meneses Silva. Siendo conocida el callejón con el que hace esquina la casa, como el de Mascota. Cuentan los antiguos, que en los 50 tuvo señó Mascota, Don Fernando, abierta una especie de tarberna. Cuentan, que yo no lo vi.
2023. La casa ha sido comprada por un matrimonio de Tarragona, ella con ascendencia nogaleña. Que espero les guste la historia.



BARRIO DE LA PLAZA



Casas centenarias.
Ésta, de hace más de 230 años. El barrio de la Plaza, calculamos que se empieza a formar a mediados del XVIII.
El otro día. A petición de sus nuevos propietarios, buscando la antigüedad de la casa de Mascota, fui a dar con unas escrituras de la casa de enfrente, de allá por 1793. Perteneciente a una permuta (cambio) de dos casas de la calle Nueva (Bernáldez Grinda)
Francisco Ramírez cambia 2 cuartos de casa (Las barberías) y otra casa delantera sin corral que están "...en la Plaza que llaman de los Toros, que saliendo de ellas, hacen esquina con la calle que llaman Nueva y por la izquierda con otra de Alonso Milán."
Y Francisco Moreno cambia una suya que está en la misma calle con 3 piezas de cuarto, y su corral. Linda por la derecha con otra de Inés Loba (Lobo), y por la izquierda con la de los heredros de Bartolomé Alfonso, Por lo que no parece la de Mascota.
Continuando la búsqueda, la última imagen pertenece a la escritura de otra casa del barrio de la Plaza. Que dice que está sola. Tiene por detrás el camino que va a la Desa, y está lindando con una calleja que sale al campo. Pudiera ser la casa de Mascota o alguna de las 4 de la acera del bar de Perragorda. Ustedes dirán.



PLAZA ESPAÑA 7


1869. Vive el matrimonio sin hijos, formado por Juan Utrera Maqueda, miembro de una familia muy numerosa, y Felipa Calzadilla Carrasco, De puebla de la Calzada. Por la contribución que pagaba, debía de tener algún negocio. Quizás panadero. Por parte de madre venía de familia de molineros de Barcarrota. En 1882 tienen a su hija Isabel Dolores.
1890. Pasan a habitar la casa el zapatero Antonio Ramos Fernández, de Nogales, y Catalina Robles Leal, de arroyo de San Seván, con sus 3 hijas: Concepción, Margarita (madre de Margarita la de Serafín y de Mascota) y la pequeña Sofía.
1903, Casa Margarita con Ángel Carballo Álvarez, carpintero, y tienen a Mart´jn, Antonio, Fernando (1909 Mascota), Ángel y Margarita (1914)
1935. Justo antes de estallar la Guerra, Margarita casa con Serafín Meneses, zapatero. Y tienen a Antonio y Pilar.


PLAZA ESPAÑA 8


            1887. Aunque la casa es muy anterior, no tenemos constancia de quienes la habitaron hasta este año. Que lo hace, y por poco tiempo, el matrimonio formado por José Contreras (La Parra) y Enriqueta gonzález (La Morera), con su hijo León de año y medio.

1889. Entran a vivir la Familia Torres Zambrano. Formada por Juan Torres de Torres, de Salvaleón y Urbana Zambrano Caballero, de la Parra, con 6 de sus hijos.
1893. Enviuda Urbana y se va a vivir con sus hijos a una de las casas que componen la actual nº11 (Casa de Andrea Bernáldez) y entran a vivir en la nº 8, los tres hijos del secretario de ayuntamiento Anselmo Domínguez Aveo (hermano de los médicos), casado que estuvo con Ildefonsa Utrera Maqueda: Arturo, Francisco y Matilde. Ésta última casaría con Emilio, uno de los hijos de la familia Torres Zambrano.
1904. Se consuma el matrimonio anterior entre Emilio y Matilde, y tienen a Francisco e Ildefonso.
1920. Por esta fecha la familia Torres Domínguez, permuta su casa con la de Maximino Torres Guerrero y Concepción Ramos Robles de la calle Cristina 7. Con lo que estos entran a ocupar esta casa con sus hijos, Catalina y Agustín.
1927, Se casa Juan Meneses Maraver con Catalina, y tienen tres hijos: Conce, Carmelo y Margarita. A quienes todo el mundo conoce por el pseudónomo de su padre, “El reondo”.



PLAZA DE ESPAÑA 12 Y 13


La 12 de Norberto, era la antigua 8
La 13 de Nina, eran la 6 y la 7 antiguas


Unas casas que en principio fueron muy de Leales Espejos
Continuando con la historias de casas que conservan sus fachadas relativamente originales, analizamos en esta ocasión la de la casa de Norberto y Amelia en la plaza.
Para estudiar la historia de esta “mediacasa”, hemos creído conveniente hacerlo junto con la de Nina. Casa que hizo Vianor Torres Méndez en 1929, uniendo las dos que hasta entonces eran los números 6 y 7, siendo la 8 la que hoy más nos ocupa, y que en la actualidad también pertenece a los mismos propietarios que la de Nina, los hermanos Fito Torres.
Las primeras casas del barrio de la Plaza de Toros debieron de edificarse, según documentos notariales, en el último decenio del siglo XVIII. Lógicamente, se construirían primero las que quedan en el caballete de Pipa. Por lo que intuimos que éstas 3 las hicieron después. En el primer cuarto del XIX.
1818 Analizando 2 escrituras de casas de la plaza de este año, al nombrar las colindantes, podemos saber, con un alto grado de probabilidad, de quienes eran o quienes ocupaban las 3 medias casas.
Si damos por hecho que la casa de Francisco Espejo y Ana Salas, es la misma que heredó su hijo Mauro, y en la que su mujer Quintina Ortiz vivió siempre, ya sabemos quién habitaba la nº 7. Y por las escrituras de las casas, averiguaremos de quienes eran las que estaban a izquierda y derecha de ella saliendo.
- En la de la casa de Ramón Felipe, la casa de Fco. Espejo, queda a la derecha saliendo. Luego en el nº 6 vivía Ramón Felipe.
- En la escritura de la casa de Miguel Milán y su mujer, Mª López, la de Espejo queda a su izquierda saliendo. Y ya tenemos de quien era la nº 8.
1824. El 31 de marzo, según partida de bautismo, aparece en un poyo de la puerta de esta última casa un niño expósito “… envuelto en pobres pañales y sin cédula alguna…” al que le ponen de nombre Miguel Francisco Segundo y fue su madrina Mª López, viuda de Miguel Milán.
1840-1850. Ya vivían en el nº 7 el hijo de Francisco Espejo, Mauro Espejo Salas y su mujer Quintina Ortiz Casas, de la Morera. El nº 7 (se correspondería con la puerta falsa de Nina y la ventana más cercana a ella). Aunque Mauro moriría pronto; nada más tener a sus 4 hijos, en los años 40. Quintina vivió viuda unos 50 años más.
1865. Muertos los padres de Luis Leal, éste se muda con su familia a la casa de aquellos, la nº 6. Es entonces cuando se casa su hija María con José Espejo Hdez. (sobrino de Mauro el de Quintina), quienes se quedan a vivir con los suegros. La nº 8 (la de Norberto)se la alquilan al albañil portugués Antonio Barbosa Noguera y su mujer Catalina Gómez Rdguez, de Barcarrota. Y en el nº 7 sigue viviendo Quintina Ortiz.
1885.
- En la nº 6 viven: José Espejo y María Leal con sus hijos(Eusebio, Francisco y Alejandrino); la madre de José(luisa), y el padre (Luis) y Santiago, hermano de María.
- En la nº 7 Quintina,
- Y en la 8, Catalina Gómez, ya viuda del portugués
1890. En la 6 ya no están Eusebio ni Francisco, se han casado. En el 7, con Quintina vive su hermano Juan, Y en el 8 la viuda Catalina.
1900. La nº 6 la ocupa el vallero Daniel Vela Méndez, que huerfano de padres, había venido a vivir con su abuela María, casada con Victoriano García Daniel estaba casado con Dominga Maqueda, de Los Entrines, en donde estableceran su residencia pronto. En la 7 vive Francisco Espejo Leal y su mujer Juliana Márquez Dominguez, con sus primeros tres hijos:José, Pedro e Isidro. Y en la 8, la viuda de Juan Torres, Urbana Zambrano Caballero y sus hijos.
1903. Una vez se marcha Daniel Vela, entran a vivir en el nº 6 el veterinario Fernando Álvarez Martín casado con Cuadalupe Carballo Álvarez, donde van a vivir con sus hijos hasta 1927 que la casa es comprada por Vianor y MªJosefa Torres para hacer la casa que conocemos. La Familia Espejo Marquéz se muda de la nº 7 a la 8, quedando la casa nº 7 deshabitada, que hayamos podido comprobar, hasta que la compran Vianor y Mª Josefa.
1929. Entran a vivir Vianor Torres Méndez y Mª Josefa Torres Torres con sus hijos
1940. Aproximadamente, quedan viudas las 2 vecinas, Mª Josefa y Juliana
1950. En la 6-7 viven los hermanos Torres Torres: Elisa, Nicasio y Bernardina (Nina). Y desde el 42, vivían en la casa pequeña, Norberto Espejo y Amelia Naharro, y que ya en el 50 habían tenido a sus dos hijos; Francisco y Nicasio.
1960. En la casa grande vive Nina, y en la pequeña, Norbeto y Amelia con sus hijos.
Sobre 1985, Nina compra la casa de Amelia y Norberto. No recordamos en que fecha, le cede su uso a Carmen Garcia y familia, a cambio de la que ésta tiene en la calle del Castillo.
Alrededor de 2015, muere Nina y pasan a ser propietarios sus sobrinos Fito Torres.
Posdata: Si alguien de las familias pudieran puntualizar o corregir algunos de los datos expuestos, estamos abiertos.






PLAZA Nº 17 La casa de la CUBANA




Volvemos a la Plaza. A una casa que, como todas, posiblemente fueran dos en un principio. Una casa que en tiempos fue conocida, igual que el cortijo, por la de la Cubana. Pues entre 1904 y la Guerra, fue habitada por una familia cuya madre era originaria de Cuba, y el padre de Nogales, como relataremos más adelante.
Las primeras casas del barrio de la Plaza de Toros, que así se llamaba, debieron de edificarse, según documentos notariales, en el último decenio del siglo XVIII. De estos protocolos notariales podemos deducir que las de esta manzana, junto con las que están encima del caballete, fueron las primeras en construirse.
Eran casas diseminadas en un terreno rocoso y con grandes desniveles. Un sitio que serviría de mercado de ganao, Al que acudían forasteros dedicados al trato, los herradores, los esparteros, y que por su nombre, podemos intuir que se celebraban corridas de toro en plaza formada con carros unidos.
1852. La primera referencia de habitante en la casa es del catastro para la contribución de 1852. Vivía en ella el albéitar (veterinario) Don Ulpiano Meneses Larios. Hijo del sacristán Don Andrés Meneses, que con su mujer Sebastiana, habían llegado de Salvatierra a principios de siglo.
Tenía tratamiento de Don, que solo estaba reservado para gente de la nobleza, del clero o profesionales liberales que sabían leer y escribir. Casó Ulpiano con Mariana Liaño, hija del comerciante venido de Barcarrota, Antonio Liaño, que tenía tienda de abacería y puesto de aguardiente en la calle Real (San Cristóbal), "porbajo" de donde hoy vive Cayetano.
Tuvieron un hijo, Tomas, que desempeñó los oficios de su padre y de su abuelo; veterinario y sacristán.
1888. Cambia el nombre de la plaza y pasa a llamarse Plaza de la Constitución. Sigue viviendo en su nº 2 el matrimonio Meneses y su hijo Tomás. Este último, desde 1880 aparece como casado pero sin mujer?
1900. En el último decenio del XIX, no sabemos la razón, pero parece que se ausenta de Nogales la familia de Ulpiano. Y a principios del XX aparece la casa alquilada a dos familias, Por una parte, Julián Rebollo Blanco (Barbero) y su mujer, Mª Josefa Pérez Luna (De Badajoz), con sus dos hijas: Rafaela y Concha. Y por la otra, Fco. Iñigo Ruiz y Adelaida García Mogío. (Abuelos de Emiliano)
1904. Fue por esta fecha cuando la casa es comprada por Antonio Álvarez Felipe y su esposa cubana Concha Moya Ortiz, 29 años más joven que él. Traían ya a sus 3 hijos mayores: Antonio, Juan Artemio e Isabel. Ya en esa casa nacerían 4 hijos más: Concha, Rita, Arsemio y América.
1925. Para entonces, ya habían muerto el padre y su hijo Antonio. Y siguen viviendo en la casa, la madre y sus hijos.
1931. Cuando se proclamó la II República, Juan e Isabel ya se habían casado, mientras seguían viviendo con su madre los 4 pequeños.
1933. Concepción se ha casado y no vive en Nogales. Y aparecen viviendo en la casa los padres de Dolores, la mujer de Arturo, Ceferino Meneses Mogío y Paulina Álvarez Tomé-
1940. Durante la Guerra, la Cubana vende la casa y marcha de Nogales con sus 3 hijos pequeños. El nuevo propietario es el médico Don Alonso Rivera Torres (De la Torre). Casado con Fernanda Moreno y su hijos José. Vive también en la casa la madre de Fernanda, Wenceslaa.
1950. Vive Don Alonso y su mujer, junto con su hijo José ya casado con la sevillana Carlota Alarcón, y sus dos hijos: Eugenio y Carlota.
1960. Entre el 55 y el 60 mueren la esposa y el hijo de Don Alonso. En febrero de 1960 marcha la nuera, el médico y sus nietos a Sevilla. No sabemos si es por entonces cuando venden la casa a Juan Fito Galván, y Elisa Torres Torres. Quienes, al vivir habitualmente en Motril, la alquilan a maestros, médicos, practicantes y otros profesionales que vienen a Nogales de forma temporal.
1962. Así, al poco tiempo de comprarla, se la alquilan a Don Felipe el practicante, de Villalba.
1965. En este año, vive en la casa el maestro Don Felipe Quiñones y su esposa Mercedes Manzano. Ambos de Fuente del Maestre. (Creo recodar que estuvieron al menos 2 cursos)
1970. Del mismo modo que en los casos anteriores, sobre el año 70 entran a ahabitarla el Dr. Don Ángel Yanes Bustamante y su mujer.
1980. Creemos que es a principios de los 80 cuando compra la casa la familia Martínez Díaz. (Rita la de los churros)




VIRGEN DE GUADALUPE 6

Virgen de Guadalupe 6
Otros nombres con los que históricamente fue rotulada, fueron: de la Morera, de la Bodega, del Cine
Lo que sabemos de su historia:
1852. La calle nace con el nombre de La Morera, pues conectaba con el camino a este pueblo. Sabemos que en 1852 ya existe, pues aunque no aparece su nombre, encontramos algunos nombres de personas que vuelven a aparecer en otro catastro de 1869 en esa calle. Por supuesto, no podríamos asegurar quién vivía en este nº 6 (Antes 7). Por lo que podemos decir que la calle empieza a formarse después de la Plaza, en el 2º cuarto del siglo XIX.
1860. Posiblemente la casa ya estaba construida, y sería por los 60 cuando entra a vivir el matrimonio formado por el zapatero José Gallego García, de Jerez, e Isabel Silva González de Barcarrota. En ella, tienen a sus 6 hijos.
1887, De Salvaleón llega el zapatero Bartolomé Marabel Mogío y Josefa Sanguino Mogío, con su hija Concepción.
1900. Concepción casa con Antonio Meneses Melendez, y viven con los padres. Tienen José “el Reondo”, Adrian, María y Juan. Tras tener su último hijo muere Concha.
1925. Vive Antonio con sus hijos y su suegra josefa.
1930. Adrían y José se han casado y no viven en la casa. Solo queda Juan, el pequeño, y María que ha contraido matrimonio con Agustín Torres Guerrero, y tienen ya a Maximino. Después vendrían Antonio y Juan.
1965. Viven en la casa Agustín y maría, con su hijo Juam y su mujer Filo Leal Tomé. Maximino habia casado con Rocío leal, y Antonio con Elisa Bernáldez Rebollo.
1985. En los años 80, compra la casa Antonia González Corrales, viuda de Eugenio Álvarez “Mojamé”.


FRANCISCO PIZARRO 11




FRANCISCO PIZARRO 23



SANTA JUSTA 11

Foto: Nº 11 de la calle Santa Justa
(Frente a la peluquería de Mª Carmen)
Y ya que estamos, esto de San Cristobalón, nos lleva a Machado:
Por un ventanal,
entró la lechuza
en la catedral.
San Cristobalón
la quiso espantar,
al ver que bebía
del velón de aceite
de Santa María.
La Virgen habló:
— Déjala que beba,
san Cristobalón.


PUERTA DE SALVALEÓN

Al sur, Puerta de Salvaleón Siglo XVIII-XIX



LUIS CHAMIZO 8



Una casa que, después de un siglo y medio de existencia, aún guarda la belleza de lo sencillo en su fachada.
Su vida:
Venían corriendo los años 80 del siglo XIX, cuando Nogales empezaba a extenderse de la plaza (entonces “de Toros”) hacia la Morera.
Formada ya la calle Salvaleón, con más casas que las que ahora tiene, iban construyéndose las primeras de la calle Espronceda (León XIII) y las pares de Luis Chamizo (Salvatierra). A todas ellas se les llamaba calle Campo.
1880.- La primera referencia que encontramos de esta casa, es precisamente de cuando aún se llamaba calle Campo, sin número. Y posiblemente la acababa de construir su propietario, Juan Martínez González, alarife (albañil) de Santa Marta, casado con Petra Tinoco Paredes. Tuvieron 5 hijas en esa casa, en los años 80.
1895.- Pasan a ocupar la casa la familia de Ramón García Moraga ya viudo y su hijo José García Amo, todos de La Morera Este último se casa con Clara Aragüete Eusebio, de Nogales, aunque con ascendientes en La Torre. Y en ella se crían sus 4 hijos: Carmen, Casilda, Joaquina y Fabian, el abuelo de Fabi, Jesús, los mellizos y Josémari.
1930.- Su hija Joaquina casa con Emilio Naharro Jaramillo y se quedan a vivir en la casa con los padres.
1939.- Al terminar la Guerra, Juan Bueno Fernández, de Nogales, se casa con la Luisa Morejón Torres, de Salvaleón, y se van a vivir a esta casa junto con la madre de ella, la viuda Josefa Torres Márquez, y sus 4 hermanos, aún solteros: Francisco, Teresa, Isabel(La de los Bohonales) y Casimiro.
Y hasta aquí podemos contar. Si alguien de las familias quiere puntualizar algún dato, anécdota o incorrección...


SALOMÉ IJALBA Nº 11

Aunque ya hemos publicado en esta serie algo sobre las casas del "Canchá", creo que esta casa, como ejemplo de lo que fueron, merece artículo aparte.
Es curioso, que cuando hubo que poner nombre a la última calle que se formó con la construcción de los pisos "coloraos" en los 80 o 90, también se la llamó igual, calle Canchal. Y es que la zona era un auténtico canchal (Terreno cubierto de peñascos o canchos, dice la RAE).
Ésta, como en tantas otras, sabemos más de su origen que de su historia reciente. Por lo que vamos a pedir la colaboración de quienes estén próximos a ella.
1916. Ante las solicitudes de solares al Ayuntamiento por el gran número de personas, por regla general jornaleros, llegadas de otros pueblos para trabajar en Nogales. El Ayuntamiento hace una serie de parcelas, en este caso 27, entre las que después serían las calles Salomé Ijalba y final de la Salvatierra (Luis Chamizo). Y manda que se saquen a subasta con pujas a la baja, partiendo de 500 ptas.
1920. No sabemos porqué, pero con las sucesivas subastas no llegan a adjudicarse todas las parcelas´.
1924. La calle ya está formada, en ella viven una serie de familias venidas de la Morera (Alburquerque Cancho, Galindo Blanco) Fuente del Maestre y salvaleón (Rico nogales) Salvatierra (Borrego Barneto), De está última es originaria Aurora Morales Gónzalez, mujer de Faustino Martínez González. primeros moradores del nº 11 de la calle Canchal.
Esto nos lleva a pensar que el cuadro de casa de Perragorda es anterior, pues falta la casa de la acera de enfrente. En el cudro podemos ver como el aspecto de la casa, recien construida, no ha variado en la actualidad.
Faustino, era cabrero, y descendía de los Zorzano, pastores trashumantes. Biznieto del primero que vino de Cameros, Gregorio Zorzano y Álava.
1965. Faustino y Aurora, casados su hijos, viven solos en esta casa con más de 75 años. Ésta es la última referencia que tenemos de habitantes de esta casa.
Una de un siglo. La del cuadro del bar "Perragorda"




CASAS DEL "CANCHÁ"
Sobre "el Canchal", casas de un siglo.


Salomé Ijalba 3

Un ejemplo claro de las medias casas de hace un siglo.
Para resumir, tuvo el mismo origen que la nº 11. Se edificó en los primeros años 20.
1924. La construye Manuel Hernández Martínez para vivir con su familia: su mujer Joaquina Guerrero Sánchez y sus hijos José y Rosa.
Manuel era hijo de Guillermo Hdez Oliva y Ángela Martínez Martínez, y hermano de Jerónimo, Rosenda y Mª Josefa. Ésta última casó con Cipriano Mogío bastida. La familia vivían en la calle león XIII (Espronceda).
Joaquina, venía de familia de la Morera. Tía de Virginia, madre de los Borrallo.
1940. Después de la Guerra, Rosa ya se había casado y solo quedaban el matrimonio y su hijo José.
1955. Vive el Matrimonio formado por Manuel Cisnero Romano y Cipriana Mogío Rodríguez. Él, hermano de José Antonio •el Sillero”, y ella, hija de Isidoro Mogío y Agustina Rodríguez Jareño. Tenían 5 hijos: Isabel, Rogelio, agustina, josefa y Manuel.
1958. La familia emigra a Tarragona.
1965. La casa sigue deshabitada.
Actualmente no sabemos quien es su propietario. Si alguien conoce más de su historia, aquí estamos.





Casas unifamiliares adosadas. Las más energéticamente eficiente y originales.
La de Salomé Ijalba, una vez hecha limpieza de la fachada, se nos aparece como sería originariamente. Con su parquímetro tipo argolla. Una joya.
Por la misma época, también en las cercas de dehesa se construían, con parecida estructura, este tipo de casas, como viviendas de pastores, porqueros y vaqueros.


CASAS DE COMERCIANTES

Los FITO



El comerciante Juan Fito Boluda (1855, Moixent, Valencia), dejó a cada hijo con un comercio. A Ana, Francisco y José, en Nogales; y a Juan en La Morera.
Estas casas se suelen caracterizar por tener la tienda y almacén en la planta baja, mientras en la primera se encuentra la vivienda, para terminar con un desván abuardillado bajo la cubierta. También es de resaltar un patio cubierto por montera de cristales. Una estructura totalmente novedosa en Nogales.
De las 3 fachadas, quizás la más antigua sea la de la Botica. Pues ya hubo tienda en esa casa desde mediados del XIX. La de Alonso Torres Rico y su hijo Alonso Torres Martín (Padre de D. José Ramón).
La del Estanco, era casa de Pascasio, Juan e Irene Domínguez Toro, tíos solteros de Concha, la mujer de Boluda. Creemos que se construyó entre 1900 y 1910.
La de José Fito es la más moderna. Debió de construirse sobre 1920, cuando se casa José con Irene Rodríguez Portal (Hija de "El Suelero")