sábado, 18 de septiembre de 2021

La Sal


 

        Vamos a intentar reconstruir la situación de la sal en Nogales a través de esos documentos y otras referencias encontradas:






                   En el siguiente documento, el Ayuntamiento de Nogales se compromete a recibir 75 fanegas de sal que le corresponden según el nº de habitantes, pagándolas en tres plazos. Declara también que tiene recibidas la mitad por adelantado. Y que si cumplidos los plazos no se ha pagado, puede enviar Hacienda un cobrador al que se le pagarán 400 maravedís por cada dia que permanezca en el pueblo, incluyendo el de venida y el de ida.
             En él podemos ver como existían alcaldes y concejales dobles. Unos elegidos por el pueblo y otros por el Duque a propuesta del pueblo. Y cómo durante unos cuantos siglos, existió la figura del Personero Síndico del Común, que defendía en el Concejo los intereses de los ciudadanos; cuidaba de los bienes que eran de todos, De los que se llamaban "Propios"(se solían arrendar para pagar los gastos del Ayuntamiento) y de los "Comunes"(Que se podían aprovechar por todos los vecinos)
                  Por sus apellidos menos comunes, sabemos quienes eran los dos alcaldes y el Síndico-Personero.




                    Pasada la "desoladora" Guerra de la Independencia (1.817), muchos pueblos se vieron hundidos en la miseria. Con sus pósitos de granos esquilmados por las tropas propias y ajenas; con las tierras abandonadas y sin labrar; la cabaña ganadera muy diezmada y con muchos menos habitantes. 
                     Al mismo tiempo, la Arcas del Estado también estaban "de aquella manera", por lo que la Administración General de las rentas de la Sal, imponía a los pueblos que recibieran la sal que venían recibiendo antes de la Guerra. Es por ello que los concejos de los pueblos intentaran que se les redujera su cupo de sal. Primero, porque no tenían tantas necesidades al ser menos habitantes, y en segundo lugar y principalmente, porque no la iban a poder pagar.
                    Así que el de Nogales, por esta escritura notarial, da poderes a D. Juan Bernáldez  Aguilar de Amaya, abuelo de Bernáldez Grinda, para que pueda gestionar en Badajoz esa bajada del cupo de sal que veníamos recibiendo del puesto de la Resolana (calle) de Sevilla.


            Y parece que Don Juan lo consiguió. Pues el 2 de Mayo de mismo año, el Ayuntamiento de Nogales otorga esta escritura ante notario obligándose a recibir las 70 fanegas en que suponemos se acordó el nuevo cupo, corriendo de su cuenta los portes desde Sevilla. Había que pagar en 3 plazos (Abril, agosto y diciembre) en la Administración de Badajoz. 
              Por ahora, no sabemos como se organizarían entre los pueblos para el viaje a Sevilla. Como es normal, se haría a través de intermediarios




                  Habrá quien se pregunte, como nosotros, como es posible que habiendo sido un producto tan apreciado y tanto valor en otros tiempos, ahora cueste tan poco. Pues la respuesta es la misma que dieron desde siempre los economista al agua: la escasez. En las tierras que no había, estaban dispuestos a pagar mucho por ella. Cuando los costes de su transporte se redujeron, desaparece poco a poco la escasez. Esto se produce en España con la llegada del ferrocarril, a finales del siglo XIX. Aunque si hablamos de trenes en Extremadura... Mejor me callo. De cualquier modo, y permítaseme,

                                           ¡Somos gente mu salá!