El Re-egído
Está claro que los nombres dicen mucho del origen de lo nombrado. Esto nos ha pasado con la finca “El Regío”. Única de las 6 que en el término de Nogales superan las 200 has. y de la que poco sabíamos.
Hemos descubierto que Regío viene de Re-egido. El otro ejido, un nuevo ejido creado por el Ducado cuando el original y más próximo a la población pierde su utilidad comunitaria por la intensificación de los cercados cultivados, que supuso una forma de privatización del mismo.
No sabemos el momento, desde luego antes del siglo XVIII, en el que el Duque, respondiendo a las peticiones del pueblo, toma la decisión de dar este nuevo ejido más alejado de la población.
Para ello, el Ducado segrega un área de forma rectangular de unas 150 has (225 fns) pertenecientes a la “dehesa boyal” de Salvaleón, o a los baldíos de “Balbellido”, frente a la zona de Caballerías de la Desa de Nogales, separado por la Rivera.
No sabemos si fue compra, o permuta por otros terrenos por la zona de los Madroñales. Unas tierras que pasan a formar parte del término de Nogales con la categoría de "ejido común", que podían aprovechar todos los vecinos.
Linda por N con la Rivera de la Pata de la Mora y Desa de Nogales; por E con término de Salvatierra; por O con el de Salvaleón, y por el S, con los términos de ambos pueblos. En ella se encuentran las ruinas de la ermita de Santiago, de finales del siglo XIII; de cuando Salvaleón pertenecía a la orden de Santiago.
El objetivo de la operación no parece que se consiguiera, pues en 1791, en las respuestas al Interrogatorio para la Real Audiencia, el párroco de Nogales, D. Agustín Mexía de Salas expone la situación de abandono en que se encuentran estos sitios más alejados del pueblo:
”En la dicha Deesa del Novillero se hallan también incultos los sitios del Regido, Caballerías y Cabezos Altos, poblados de matas de encina y alcornoque que solo sirven para abrigo de fieras, y por lo mismo nada producen a los propios y no hay otro medio para hacerlos útiles que resalvar y olivar dichas matas por carga vecinal”.
En el mismo documento, en el informe que emite el encargado de recopilar la información, apunta a la posible causa del abandono de la Desa:
“En la dehesa boyal hay bastante monte bajo poblado de chaparros, que están acusando a estos vecinos por su descuido en no tenerlos resalvados y la causa es ser hacienda del común en que no toma interés ningún vecino particular”.
Como dijo aquel “lo que es de todos, no es de nadie”. En descargo de los vecinos de Nogales, hay que decir que, según entendidos en la materia, estas tierras no son de la mejor que podemos encontrar en Nogales. Su baja productividad no compensaba el esfuerzo que había que hacer para poner en explotación tanto monte bajo.
Posiblemente, todo ello trajo consigo el que fueran los tres primeros trozos de nuestra Desa que vendiera el Ayuntamiento en la primera mitad del siglo XIX. Creemos que sería en los años 40, cuando Francisco Romero de Tejada (hermano de Pedro el de la Jarilla) quien compra el Regío (150 Has.), junto con la parte de la Desa de “Caballerías”(donde está el cortijo) y Cabezos Altos (100 Has). Además de las parcelas en el termino de Salvaleón que conformaron la finca de más de 400 has.
Era D. Francisco un gran comerciante exportador de lana. De ahí que construyera en el meandro que hace la Rivera en la Pata de la Mora un impresionante complejo para lavar la lana, que no sabemos si llegó a funcionar. Por los sillares que aún están repartidos en los alrededores, parece que tenía intención de construir una presa que garantizara el suministro de agua para el funcionamiento del lavadero en pleno verano.
Murió el empresario en 1867, a los 70 años de edad, pasando la propiedad de la finca a su mujer, María Assó, quien en 1890 seguía siendo titular. Creemos que fue ella o sus herederos quienes vendieron la finca a D. José (García) Tercero Torrado. Que fue Gobernador de Badajoz en época de la I República Española. Estuvo casado con Carmen Torres Pérez, de Santa Marta e hija de Celestino Torres, gran luchador contra un Ducado que quería mantener los privilegios de la nobleza, abolidos ya en 1836-37.
Tercero, junto a su mujer, dejaron la fundación <<Tercero Torres>> patrocinando escuelas públicas para los niños más desfavorecidos de Santa Marta.
Por lo que podemos deducir de su biografía, según el porrinero Pedro García Corrales, la finca pasa a una pariente de Don José, Matilde Torrado Algaba, casada con Antonio Fernández Estévez. Quien, una vez viudo, vuelve a casarse con Concepción Salazar Pacheco. En cuya familia creemos continúa la finca.
En el catastro de Nogales de 1919, aparecen como titulares de 8 parcelas en el término de Nogales, la viuda e hijos de Juan Fernández Martínez. Con un total de 243 Has.
Como interesados por el pasado de Nogales, nos queda por averiguar la fecha y los motivos que llevaron al Ayuntamiento de Nogales a vender esas parcelas de la finca del pueblo al empresario de Almendralejo, Francisco Romero de Tejada, antes de la Desamortización de Madoz de 1855. Pues en el Catastro de 1852, ya aparece D. Francisco contribuyendo por ella.
Anexo:
Acontinuación pegamos la entrada hecha en facebook sobre el término REGÍO
Toponimia Nogálica. El Regío
Creemos que casi todo el mundo, alguna vez se habrá preguntado de dónde vienen los nombres de los sitios del pueblo que conocemos. Muchas veces estamos tan acostumbrados a ellos, que no nos parecen extraños, y otras veces abandonamos la idea de averiguar su porqué, convencidos de que es tarea imposible.
Para nosotros, metidos en averiguaciones históricas como estamos, es simplemente un aspecto más a indagar.
Descubrimos que Gimón o Jimón (el regato que pasa por las eras), viene simplemente del castellano antiguo que significaba LIMÓN. Y que la Rivera era de los Jimonetes, ahora Limonetes.
Sabemos también ahora que el Cabezo Meseguero, es el cabezo desde donde un guarda cuidaba las mieses, los sembrados. Y que el arroyo o regato de El Alguacil (también de la Bejarana), no era tal, sino del AguaGil, porque el agua venía de una zona que se le llamaban "el sitio de Gil". Posiblemente uno de los muchos Gil, no sabemos si nombre o apellido, que había en Salvaleón.
Anoche descubrimos otro releyendo el libro del zafrense Manuel Sánchez Gómez-Coronado, "El Ducado de Feria al final del Antiguo Régimen". Se trata del término que da nombre a una finca de nuestro término municipal: El Regío.
Muchas vueltas le habíamos dado al nombre. Que si vendría de algo del rey; del cargo de regidor en el Concejo municipal… Nada. Lo dejábamos, ya saldría.
Pero mira por donde, Gómez-Coronado, cuando nos habla de las dehesas de propios (del Ayuntamiento) de Oliva de la Frontera, dice: “… Boyal de 2230 fn, y los ejidos y reejidos…”. Ahí está, REEJIDOS. La “G” nos desorientaba. Y ¿Qué es un reejido? Ni la Inteligencia Artificial lo sabe por ahora. Pero está claro que debiera ser algo muy parecido a un Ejido, que sí sabemos lo que és: un terreno pegado a la población y que pertenecía al común de los vecinos, concedido en su repoblación por el rey, señor o la Iglesia.
Pero es que el Regío no está cerca de la Nogales. Pues quizás por eso se le llamara reejido. Porque teniendo la misma consideración de terreno común y que podía utilizar todo el vecindario como un ejido, se hallaba apartado de la población. Hemos preguntado a Antonio Valero , cronista de Oliva, y nos cuenta que esas fincas se vendieron y es difícil de localizar cuáles eran exactamente los reejidos.
Porque, y eso no lo sabrá mucha gente, el Regío formaba parte de la Desa. De la finca del pueblo. Así aparece en la documentación antigua. Y también lo pone Gómez-Coronado dos párrafos más arriba, “… la dehesa de Propios ocupaba 1.200 fns…” Unas 800 hectáreas. La Desa son unas 470, más 250 del Regío, pues más o menos.
En las respuestas al Interrogatorio para la Real Audiencia de 1791, dice: “… En este pueblo y su término jurisdicional y en particular en el Sitio de Jil, de Sierra de Maria Andres, regio y cavallerias en la dehesa de propios, que se hallan incultos…” Tanto el Regío como Cavallerías estaban en la Desa de Propios.
En su estudio "La organización del terrazgo agropecuario
en Extremadura (siglos XV-XVI)" Julián CLEMENTE RAMOS nos da pista sobre las causas que dieron lugar a crear ejidos lejos de las poblaciones. La intensificación del aprovechamiento de los ejidos cercanos a los pueblos con cultivos y cercados, que reducían los espacios reservados para los fines que originariamente tenían los ejidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario